Obama desata su ambición
El presidente reclama al pueblo americano apoyo para sacar adelante su programa político, consciente de que le falta una mayoría suficiente en el Congreso para hacerlo realidad
NUEVA YORK.Actualizado:Barack Obama ya no tiene que preocuparse de la reelección, pero sabe que la continuidad de su partido en el Gobierno y su propio legado dependen de la recuperación económica del país, que el trimestre pasado cayó en crecimiento negativo. El martes por la noche propuso en el Congreso el programa político más ambicioso de su carrera. Un abanico de recetas de estímulo económico con una filosofía opuesta a la que aplica Europa para el mismo fin. «Dejadme ser claro: reducir el déficit por sí solo no es un plan económico», advirtió. «La estrella que guíe nuestros esfuerzos tiene que ser crear buenos trabajos para la clase media».
Frente a la miopía que rige la austeridad del gasto público, Obama apostó por inversiones de futuro y recordó que «cada dólar (0,74 euros) que invertimos en el mapa del genoma humano resultó en 140 dólares (174 euros) para nuestra economía». Mientras en los países europeos se imponen los bajos salarios con la esperanza de que eso incentive a las empresas a crear más empleos, Obama sostiene que la fórmula del crecimiento empieza por subir los sueldos para aumentar el poder adquisitivo de la clase media. Por eso sugiere elevar el salario mínimo de 7,25 a 9 dólares la hora (de 5,39 a 6,70 euros). «Esta podría ser la diferencia entre pagar la hipoteca o que te embarguen la casa, entre hacer la compra o ir a un comedor de beneficencia, subsistir a duras penas o finalmente salir adelante», explicó. «Para los negocios de todo el país significaría clientes con más dinero en los bolsillos».
El presidente no escatimó populismo, porque sabe que el actual Congreso no aprobará su propuesta. «Los trabajadores no deberían esperar año tras año a que suban el salario mínimo mientras que la paga de los consejeros delegados nunca ha sido más alta» que ahora.
La medida fue recibida con frialdad por la oposición conservadora, que se alinea más con la filosofía de austeridad que impone Angela Merkel en Europa. El portavoz del Congreso, John Boehner, la desestimó rápidamente con el argumento de que subir los salarios dañaría la creación de empleo.
Obama, escaldado con el obstruccionismo que ha sufrido en su primer mandato, no cuenta con los legisladores para llevar a cabo sus propuestas, sino con el apoyo del pueblo. Por eso ayer mismo ya promovió su plan entre los trabajadores de una fábrica Asheville (Carolina del Norte). «Cuando nuestra clase media crece, cuando brilla, cuando hay peldaños de oportunidad para que la gente viva cada año un poco mejor y sus hijos mejor que ellos, eso es el sueño americano», recordó, «y eso es por lo que tenemos que luchar». Obama dice creer en que «un día de trabajo honrado tiene que recompensarse con un salario honrado», consciente de que para ello tiene que haber abundancia de empleos.
Por eso propone invertir 50.000 millones de dólares (algo más de 37.000 millones de euros) en obras de infraestructura pública, además de educar a niños y adultos en los conocimientos tecnológicos que demandan las empresas y ofrecer incentivos fiscales a las que contraten a parados de larga duración. «Vamos a poner a la gente a trabajar en reconstruir casas abandonadas y barrios depauperados», sugirió.
Libre comercio con la UE
El mandatario también propuso lanzar negociaciones con la Unión Europea para una zona trasatlántica de libre comercio que apoye «la creación de millones de trabajos bien pagados en EE UU». Como nada de eso «costará un duro» más al Estado, según promete, propone aumentar la recaudación pública con una reforma del Código fiscal y recortes a los programas públicos de la Seguridad Social y de salud.
Obama continuará hoy llevando su mensaje a los estados donde la industria manufacturera por la que apuesta está creando empleo, mientras que mañana abordará en Chicago la violencia de armas de fuego, que puso la nota emocional a su discurso del martes.
Si bien todos aplaudieron cuando dijo que las familias de la escuela Sandy Hook o la excongresista de Arizona Gabby Giffords merecen que al menos se vote una propuesta de ley para el control de armas, todos los demócratas saben que el presidente les está obligando a retratarse frente a sus electores, un año antes de que estos decidan si les renuevan la confianza. La apuesta de Obama con sus principios para este segundo mandato no necesariamente le traerá el Congreso con el que sueña.
dólares (6,70 euros) a la hora es la propuesta del presidente. Los actuales 7,25 dólares (5,39 euros) se consiguieron en 2007.