Rubalcaba formaliza en el Congreso su exigencia de dimisión a Mariano Rajoy
El presidente del Gobierno niega «autoridad moral» al líder de la oposición y pide a los suyos que no se metan en «enredos»
MADRID. Actualizado: GuardarLo había exigido ya antes pero ayer fue por primera vez en la legislatura, Alfredo Pérez Rubalcaba, un político que concede una enorme importancia a los formalismos, reclamó en sede parlamentaria la dimisión del presidente del Gobierno por los escándalos de corrupción que afectan a su partido y por la gestión realizada en el poco más de un año que lleva en la Moncloa. El líder de la oposición argumentó que Mariano Rajoy ha roto «consensos sociales básicos» en ámbitos tan sensibles como el laboral, el de la sanidad y el de la educación. Y le acusó de no hacer «nada» para aclarar las sospechas que penden sobre su formación.
«Le pido, señor Rajoy, que renuncie, que lo deje -insistió-, porque usted no puede resolver la crisis política que tiene hoy España y que usted mismo ha creado. Le pido, señor Rajoy, que dimita porque creo que es lo mejor para España y para los españoles». No pudo ser más contundente.
Y, sin embargo, se topó contra un muro. El jefe del Ejecutivo no solo replicó que dispone del apoyo de una amplia mayoría parlamentaria sino que negó al secretario general del PSOE cualquier «autoridad moral» para plantear una exigencia semejante.
Los populares llevan días presumiendo de que han hecho un ejercicio de transparencia que ninguna otra formación ha realizado al publicar la contabilidad del partido aún no auditada por el Tribunal de Cuentas -en realidad, unos cuadros con un escasísimo grado de detalle- y al exhibir las declaraciones de renta y patrimonio de Mariano Rajoy desde 2003, el año en el que tomó las riendas del PP. Ahora pretenden que, en tanto los socialistas no hagan lo propio, guarden silencio. Así lo defendió Rajoy en la primera sesión de control al Gobierno en este periodo de sesiones.
Los socialistas replican que lo publicado nos son más que juegos florales que en nada responden al fondo del asunto: si el PP ha estado financiándose durante años de manera irregular y cómo se explica el trato recibido por su extesorero Luis Bárcenas, sobre el que Mariano Rajoy no ha hecho la más mínima referencia desde que se conocieron sus cuentas en Suiza y se publicó la supuesta contabilidad en B del partido. Además, los dirigentes del PSOE aseguran estar dispuestos a hacer públicos sus datos, pero quieren antes una regulación al respecto para que todos los cargos públicos presenten parámetros comparables.
Sin decisión
En todo caso, Rajoy se mantiene en su vieja estrategia de 'el que resiste gana'. Una estrategia que ha aplicado a muchas situaciones a lo largo de su carrera política. De hecho, en una reunión a puerta cerrada con su grupo parlamentario y, en referencia a la posibilidad de pedir rescate a Bruselas, defendió que «a veces la mejor decisión es no tomar ninguna decisión. Y esa -sentenció- también es una decisión». Rajoy en estado puro.
No es exactamente, sin embargo, su tesis en el asunto de la corrupción. El jefe del Ejecutivo defendió que el suyo es el partido que más ha hecho para evitar esa lacra y se felicitó de haber impulsado la ley de transparencia que, en principio, será de aplicación también para las fuerzas políticas.
Ante los suyos, aún así, Rajoy volvió a negar cualquier posible irregularidad y quitó hierro los acontecimientos. Según su portavoz en la Cámara baja, Alfonso Alonso, en el encuentro con sus diputados defendió que ahora es momento de «trabajar para sacar al país adelante» y no de entrar en otras disquisiciones. «No parece que necesitemos crispacion, tension y -alegó- otros enredos».