Rouco no prevé «saltos» entre los pontificados
El presidente de la Conferencia Episcopal elogia la labor pastoral rica, intensa y luminosa a la que pone fin una decisión «sorprendente»
MADRID.Actualizado:«Lo importante es que haya papa; no si es este o aquel», aclaró ayer el Arzobispo de Madrid Antonio María Rouco Varela al ser preguntado por quién podría ser el sustituto de Benedicto XVI después de su renuncia al pontificado. El presidente de la Conferencia Episcopal, que es uno de los diez españoles susceptibles de ser elegido pontífice -y uno de los cinco de ellos que tendrán voto en el cónclave que se convocará el próximo mes-, ha subrayó que la Iglesia necesita «el papa que el Señor le va a dar». Ante las preguntas de los periodistas, aseguró desconocer quién tiene más posibilidades de salir elegido. «No sé nada», advierte, aunque cree que la labor del siguiente Obispo de Roma entroncará con el rumbo del anteriores pontificados y que no habrá grandes «saltos».
«Ningún indicio»
En una multitudinaria rueda de prensa, el cardenal gallego calificó de «sorprendente» la decisión de Benedicto XVI, pese a que la define como merecedora de respeto. Relató también cómo la semana pasada estuvo en Roma con el Pontífice y no advirtió «ningún indicio» de que días después fuera a tomar una decisión que sin embargo considera «coherente». Además, apuntó a que «el cúmulo de trabajo» y de viajes del sucesor de Pedro es «evidentemente mucho mayor que en siglos pasados. Prácticamente hasta Pio XII un Papa apenas salía de la residencia del Vaticano».
«Servicio a España»
El presidente de la Conferencia Episcopal ha leído además una carta suya en nombre de los obispos españoles en la que muestra su «gratitud por su servicio a España» e invita a todos a pedir que el Señor «le consuele y le dé fuerzas». En ese texto, los prelados se confiesan «afectados y como huérfanos» ante la decisión del Papa aunque respetan su voluntad de retirarse a un convento de clausura para dedicarse a la meditación y el rezo. Piden además oraciones para que el proceso de elección del Sumo Pontífice que se abrirá a partir del próximo día 28 sea «guiado e iluminado por la fuerza del Espíritu Santo».
El cardenal que firma esta misiva ha explicado que aunque las renuncias no son algo habitual, (el último caso se produjo en el siglo XIV) lo que ocurre a día de hoy en el Vaticano es una situación que está perfectamente regulada. «No hay ninguna duda sobre lo acontecido», aseguró. Recordó además que el Derecho Canónico recoge la renuncia del Papa, donde basta que lo exprese libremente. El cardenal ha admitido que Ratzinger pasará a ser ahora un obispo, ya que esta condición «no se pierde nunca».
El presidente de la Conferencia Episcopal se refirió al perfil intelectual del religioso alemán y destacó el «alto nivel» de las encíclicas de Benedicto XVI. Pese a que no quiso aventurar si los últimos escándalos que han afectado al Vaticano hayan pesado en la decisión de la renuncia, dibujó un ejercicio llevado a cabo de forma «rica en contenido e intensa en la actualización» y una labor «transparente y literariamente luminosa».