Los que renunciaron antes
Actualizado:Benedicto XVI no es el primer Papa que deja su puesto como cabeza de la Iglesia Católica. Sin embargo, no hay un acuerdo entre los historiadores sobre cuántos fueron exactamente los sumos pontífices que tomaron esta decisión.
Algunos autores señalan que el primer sucesor de San Pedro que renunció por propia voluntad fue Clemente I, cuyo pontificado duró del año 88 al 97. No se sabe gran cosa del personaje, pero parece que se vio obligado a abandonar para evitar el exilio. Hay que tener en cuenta que entonces el cristianismo era todavía una religión proscrita y perseguida. En otros listados figura Ponciano como el primer obispo de Roma que renunció a la silla de Pedro. Condenado al exilio, se retiró en 235 y murió mártir. Ya con el cristianismo reconocido como religión oficial del Imperio Romano, el Papa Silverio fue forzado a renunciar 'voluntariamente' cuando apenas llevaba un año al frente de la Iglesia, en 537, por presiones de la emperatriz Teodora, que puso en su lugar al Papa Virgilio.
Más pintoresco es el caso de Benedicto IX, que fue Papa tres veces y renunció otras tantas, la última en 1045. Pero el pontífice al que se suele recordar como precedente indudable en estos casos es Celestino V. Monje virtuoso elegido con la esperanza de que pusiera orden en una Iglesia convulsa, aguantó a duras penas del 29 de agosto al 13 de diciembre de 1294. Desbordado por la tarea, decidió retirarse a una vida de eremita. El último Papa que renunció fue Gregorio XII, en 1415. Le tocó lidiar con dos pontífices rivales, Benedicto XIII y el antipapa Juan XXIII. El concilio de Constanza decidió cortar por lo sano y echar a los tres, pero solo él aceptó la decisión.