OTRO EQUIPO
Actualizado: GuardarRespeto y comprensión para aquellos cadistas instalados en el pesimismo, los que no confían en este Cádiz después de mil y un desengaños. De sinsabores y amarguras, constantes en un último lustro aciago. Hasta la fe se agota. Aún sin superar una severa crisis deportiva que ha tambaleado los cimientos del nuevo proyecto, con el equipo amarillo consumando los peores registros de su historia, resulta hiriente para muchos mentar la palabra 'play off', cuanto más ascenso de categoría.
'Manipulación', escupen algunos. 'Vender humo', espetan otros. «Tonterías, pamplinas, absurdeces». «Irreal, imposible». Términos utilizados en función de la vehemencia de cada cual.
Sin locuras, y sin estar bajo los efectos de ninguna sustancia dopante: es difícil, muy difícil, pero quien diga que es imposible miente. Primero le fallan los números, y pese a la volatilidad de las cifras según quien las maneje, son un fuerte argumento para desmontar esta creencia. Y segundo, este Cádiz se le parece muy poco al que comenzó la temporada y acabó en las profundidades.
El entrenador es otro, bien diferente, con más experiencia y de momento con mayor capacidad. La plantilla ha sufrido un cambio radical, con seis llegadas y alguna que otra salida más. Gaucci ha subsanado los errores veraniegos con la incorporación de seis futbolistas que han elevado enormemente el nivel del plantel y se han hecho un hueco en el titular. El equipo es otro. Incluso ha variado la exigencia. Las penas unen mucho más que las alegrías, y en el nefasto inicio amarillo han surgido aquellos aficionados que han demostrado una vez más su amor incondicional a este sentimiento. Así que quedan dos caminos: conformarse con salvar la categoría y esperar con ansia el próximo curso, o aferrarse al presente y soñar con esta 'locura'. Ninguno cuesta dinero, no hay peaje que pagar. Que a cada cual le guíen sus pasos por donde crea.