Eligen al nuevo mufti, la máxima autoridad religiosa del país

Egipto cuenta con un nuevo mufti, la mayor autoridad religiosa del país, que fue ayer elegido por los ulemas de Al-Azhar. Shauki Ibrahim Abdelkarim, cuya elección aún deberá ser ratificada por el presidente Mursi, sustituye a Ali Gomaa, que se jubilará a finales de mes. El gran mufti tiene un gran poder en el país y, aunque sus dictámenes no son infalibles, emite fatuas y edictos religiosos e influye en la legislación y vida pública e incluso en veredictos jurídicos.

El gran temor que existía entre algunos sectores de la sociedad por que los Hermanos Musulmanes consiguieran que uno de los suyos alcanzara este puesto, controlando ya no sólo el poder político, sino también el religioso, parece haberse disipado. El candidato de la cofradía, Abdelrrahman el-Bar, no llegó a los puestos finalistas. La elección se produjo, por primera vez en 60 años, tras una votación secreta en el seno de Al-Azhar. Hasta ahora era el propio presidente del país el que elegía directamente al nuevo gran mufti.

Shauki Ibrahim Abdelkarim, era uno de los candidatos menos conocidos y no está claro aún si tiene alguna vinculación con los Hermanos Musulmanes. Es profesor de jurisprudencia islámica en la universidad de Tanta. Para poder ser seleccionado, los candidatos deben tener entre 54 y 60 años, pertenecer a Al-Azhar, haber estudiado Jurisprudencia y Sharía y hablar un segundo idioma además del árabe.