Pierre Boulez, el eje musical
El compositor francés logra el premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA por su "responsabilidad intelectual y social como artista en la época moderna"
MADRIDActualizado:Las inquietudes de Pierre Boulez (Montbrison, Francia, 1925) le han llevado durante su larga vida a recorrer tres caminos partiendo siempre de la misma casa: la música. Así se ha convertido en uno de los grandes compositores del siglo XX, en un director de orquesta y en un generador de proyectos para mostrarle al público que la música puede tener muchas aristas todavía por descubrir y desarrollar. Tres caminos que la Fundación BBVA ha premiado hoy con su premio Fronteras del Conocimiento en la categoría de Música Contemporánea. “No es solo un compositor de primer nivel que mira con determinación hacia el futuro, sino también una personalidad comprometida en todos los aspectos de la reflexión y la transmisión de la música. El conjunto de sus actividades revela su agudo sentido de la responsabilidad intelectual y social como artista en la época moderna”, asegura en su acta el jurado internacional.
Estudiante de Matemáticas antes de matricularse en el Conservatorio de París, Boulez absorbió pronto la influencia de Olivier Messiaen. Durante su formación e investigación fue más allá de dodecafonismo para formar parte del serialismo integral, que aplicaba el concepto de serie a la altura de las notas, a las duraciones (negras y corcheas) y las dinámicas (o intensidad sonora). Así formó parte de la llamada Vanguardia Histórica surgida en Darmstadt (Alemania), y constituida por compositores como Stockhausen, Berio, Ligeti y Nono.
Desde estas bases, comenzó su trabajo para fomentar e indagar en los secretos de la música. Como compositor, pensador y pedagogo, sus obras y escritos representaron un cambio radical en la forma de entender la música y que forman parte del repertorio contemporáneo. “Desde el principio de su trayectoria, Boulez abrió nuevas perspectivas musicales, renovó el pensamiento y la escritura desde sus fundamentos, realizando una síntesis crítica del pasado reciente e integrando algunos aspectos de músicas no europeas”, explica el jurado para referirse a obras como ‘Penser la Musique aujourd’hui’ (1964), ‘Relevés d’apprenti’ (1966), ‘Par volonté et par hasard’ (1975), ‘Points de repère’ (1985).
Como director de orquesta, el compositor francés ha acudido a alguno de los mejores festivales, como Bayreuth (1966 y 1976), Donaueschingen, Salzburgo, Berlín o Edimburgo. También ha dirigido grandes orquestas como las de Cleveland (1967), Chicago (1995), la Filarmónica de Nueva York (1971-1978), la BBC de Londres (1971-1975). “Como director de orquesta no sólo ha defendido a los compositores contemporáneos sino que también ha renovado el repertorio orquestal y ha redefinido la programación de conciertos, con el fin de conducir al público hacía una nueva comprensión de la música”, añade el acta. “La dificultad de mi vida es que en realidad vivo dos vidas. Tengo la vida de un compositor, que es creatividad pura, y tengo la vida de un intérprete que consiste en reproducir algo ya creado anteriormente”, ha explicado con anterioridad Boulez, que se ‘olvida’ de la tercera pata de su vida: generador de proyectos. De esta manera, ha impulsado la música de nuestro tiempo con ideas como el Instituto de Investigación y Coordinación Acústico Musical (Ircam), el Ensemble Intercontemporain, la Cité de la Musique, o la Ópera Bastilla. “Boulez ha contribuido al acercamiento entre la investigación científica, la composición y la práctica musical”, indica el jurado presidido por Edith Canat de Chizy, compositora y miembro de la Real Academia de Bellas Artes del Instituto de Francia.