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El Ibex, el peor de Europa
El selectivo retrocedió un 1,18%, para perder el nivel de los 8.100 puntos y dar un último cambio en los 8.078,60
MADRID Actualizado: GuardarLa fulgurante recuperación del viernes fue un nuevo espejismo y los bajistas se han vuelto a adueñar de las Bolsas. Muy especialmente del Ibex-35, que retrocedió un 1,18%, para perder el nivel de los 8.100 puntos y dar un último cambio en los 8.078,60 puntos. El índice dibujó un gráfico descendente. Inició la jornada en negativo, pero hasta las dos de la tarde se mantuvo cómodamente por encima de los 8.100 puntos, en el entorno de los 8.140 puntos. A partir de las dos, las pérdidas fueron a más. Influyó Wall Street. Allí pesaba Google. Su presidente ejecutivo, Eric Schmidt, venderá cerca de un 42% de sus acciones en la empresa de búsquedas en Internet, una medida que podría proporcionarle unos ingresos de 1.870 millones de euros.
El mayor descenso de la sesión fue para Abengoa, que fue el mejor valor la semana pasada. Sus títulos retrocedieron un 4,84%. A continuación, Sacyr Vallehermoso, IAG e Inditex, que perdieron más de un 2%. Entre los valores a la baja, bancos, como el Sabadell o el Santander, que retrocedieron un 1,84% y un 1,60%, respectivamente. Y otros grandes, como Iberdrola o Telefónica, que cayeron un 1,38% y un 1,26% por ese orden. A la operadora le pudo afectar la suspensión de la salida a Bolsa de su filial latinoamericana. Esta noticia, junto a la fuerte devaluación del bolívar venezolano, es malísima para todas las grandes compañías españolas con intereses en América Latina. De ahí sus descensos. Pero, en realidad, la inmensa mayoría de los valores españoles terminaron la jornada a la baja.
En verde, el mejor fue Mediaset, que subió un 0,73%. A continuación, Técnicas Reunidas, que avanzó un 0,60%. Viscofán, por su parte, subió un 0,55%. Dia, ArcelorMittal, Acciona e Indra completaron la lista de valores en positivo.
En el mercado continuo, Cementos Portland se disparó un 25,31%. A continuación, Bankia, que ganó un 9,13%. Codere subió más de un 6% y Gamesa, más de un 4%. En rojo, sólo hubo dos compañías que perdieron más que Abengoa. Fueron dos inmobiliarias: Quabit, que retrocedió un 7,02%, mientras que Realia se dejó un 5,58%. En el resto de mercados europeos dominaron los números rojos. Tras los sufridos por el Ibex se colocaron los del Ftse Mib de Milán, que perdió un 0,61%. A continuación, el Dax alemán, que se dejó un 0,24%. Pero el Cac 40 francés terminó el día prácticamente plano, el Ftse 100 británico avanzó un 0,21%, mientra que el PSI-20 de Lisboa ganó un 0,44%.
La deuda empeora levemente
Contra los mercados no jugó sólo Wall Street y Google. También lo hizo la deuda, porque las primas de riesgo se ampliaron. La de España, desde los 375 puntos básicos hasta los 381. La de Italia, desde los 294 hasta superar los 300 puntos básicos. En el caso de la deuda a más corto plazo, en España, la rentabilidad del bono a dos años subió desde el 2,69% hasta el 2,72%. En este comportamiento pudieron influir las noticias que llegaban respecto al rescate de Chipre, sobre todo porque, según se filtró, un documento de trabajo contempla la posibilidad de que los depositantes sufran pérdidas. Sería algo inaudito.
Además de la reunión de los ministros europeos de Finanzas europeos que se celebra el lunes y el martes para tratar el tema del rescate de Chipre, esta semana los mercados estarán pendientes del encuentro del G-20 en Moscú. Se espera que uno de los temas principales que se traten será el de la guerra de divisas. Todos los bancos centrales están metidos en ella, todos están imprimiendo dinero o tomando otro tipo de medidas para conseguir que sus monedas no se aprecien. El único que no lo está haciendo es el Banco Central Europeo. Se están comenzando a escuchar voces que piden una intervención para debilitar de manera artificial al euro. Pero Jens Weidmann, miembro del consejo de la autoridad monetaria europea y presidente del Bundesbank, afirmó que la divisa comunitaria no está seriamente sobrevalorada y alertó a los Gobiernos contra la toma de medidas para debilitarla. Llevó, pues, la contraria, al presidente del BCE, Mario Draghi, que la semana pasada sí mostró su preocupación por la apreciación del euro. Por eso, ayer, el euro volvió a retomar su senda alcista y recuperó el nivel de 1,34 unidades.
En el mercado de materias primas, el crudo se comportó de manera diferente según el mercado. En Europa, el barril de Brent cedió algo más de medio punto porcentual, hasta situarse en los 118,23 dólares. El barril de West Texas, de referencia en Estados Unidos, subía casi un punto porcentual, hasta los 96,64 dólares. Y tanto el cobre como el oro cayeron. La onza de oro cayó más de un 1%, para situarse en los 1.645 dólares.
Mensajes equívocos sobre la aversión al riesgo
Por lo tanto, los indicadores que miden el nivel de aversión al riesgo existente dieron mensajes diferentes. Por un lado, subió el euro, pero bajaron la mayoría de las Bolsas y de las materias primas. En deuda, las periféricas empeoraron su situación, pero las “core” no ejercieron de refugio. De hecho, Alemania pagó ayer por primera vez desde julio de 2012 por su deuda a seis meses. Ayer colocó en el mercado letras a seis meses por valor de 3.385 millones de euros a un interés positivo del 0,0203%. La rentabilidad del bono alemán a diez años se mantuvo en el 1,61% y la del americano a ese mismo plazo, en el 1,952%. Por lo tanto, ésta es una situación de bastante despiste en los mercados.
En la agenda económica de la sesión, conocimos la producción industrial de Francia, que cayó un 2,1% interanual en diciembre, de acuerdo con lo esperado por los analistas, pero las cifras del mes anterior se revisaron a la baja. En España, conocimos las transacciones de viviendas: en diciembre aumentaron un 2,3% interanual, como consecuencia del fin de las deducciones fiscales para la compra. Pero 2012 en su conjunto fue peor que 2011. La caída en el número de transacciones fue de un 11,3%. Desde máximos, las operaciones han caído un 67%.