Los inversores bajistas pelean por hacerse con el control del Ibex-35
El levantamiento del veto a las posiciones cortas y la inestabilidad política les pone las cosas fáciles a quienes auguraban y deseaban un recorte
MADRID.Actualizado:Los bajistas se están haciendo dueños de los mercados. Muy especialmente del Ibex-35. El inicio de los recortes coincidió con la decisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores de levantar el veto a las posiciones cortas. Lo hizo el día 31 de enero, tras el cierre de la sesión. Pero los inversores, que siempre se anticipan, vendieron y propinaron al selectivo un recorte del 2,45%. Los descensos fueron a más en las dos primeras sesiones de febrero. Por eso, cabe preguntarse en qué medida el levantamiento de ese veto desencadenó las caídas. O las engordó.
Luis Lorenzo, de Dif Broker, cree que, en principio, sí ha podido influir en algo sobre algunos valores: los fondos extranjeros han podido volver a ponerse cortos en valores en los que huelen la sangre. Pero, aclara, la posibilidad de operar a corto no es la razón que explica que caigan los valores, porque nadie apuesta a la baja sobre Inditex o Grifols. Ni sobre la Bolsa americana. Y, como apunta Antonio Castelo, de Interdin.com, si los bancos han recuperado desde el verano no ha sido porque estuviera prohibido ponerse corto sobre ellos, sino por la caída de la prima de riesgo y la mejora de las condiciones de financiación que el discurso del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha hecho posible.
En definitiva, las posiciones cortas van donde hay debilidad. Pero Nuria Álvarez, de Renta 4, abundando sobre este tema, afirma que aunque la posibilidad de apostar contra las Bolsas puede contribuir a los descensos, en realidad es difícil saber qué porcentaje de las pérdidas bursátiles se debe a esto y qué otro hay que atribuir a otras noticias.
Porque, en los últimos días, en el mercado español también ha pesado la mala acogida a las cuentas del Santander y, sobre todo, los escándalos de corrupción en los que presuntamente estarían implicados miembros de la cúspide del Gobierno, además del aumento de la popularidad de Silvio Berlusconi en las encuestas de voto para las próximas elecciones italianas, que se celebrarán el 24 y el 25 de febrero, por sus promesas de devolución de impuestos. Y, además, Estados Unidos sorprendía con una contracción del PIB en el cuarto trimestre de 2012.
En definitiva, de un plumazo, el Ibex-35, que rondaba los 8.700 puntos, perdió los 8.000, y entraba en números rojos en el año. Los bajistas parecían haberse hecho dueños del Ibex. Aunque luego rebotó el martes, 5 de febrero. Y con cierta fuerza. Porque en el mercado parecía haberse impuesto la idea de que conviene comprar en los recortes, porque el fondo del mercado continúa siendo positivo. O, después, con mucha más intensidad, el viernes, después de una magnífica balanza comercial china.
Pero Álvarez advierte de lo engañosos que pueden ser estos rebotes, sobre todo teniendo en cuenta la apretada agenda con que se encontrarán los inversores este mes: los problemas del rescate de Chipre, las elecciones italianas y la posibilidad de que de ellas no salga un Gobierno claro, las peticiones de ayuda de Irlanda y Portugal para volver a financiarse en los mercados cuantos antes, la desaceleración económica de Francia...
Y, cómo no, la evolución de la crisis política española. Porque puede haber dimisiones, o moción de censura, o elecciones anticipadas. De momento, parece algo improbable. De hecho, la subasta de deuda del Tesoro se saldó con bastante éxito, lo que hace pensar que los inversores no tienen, de momento, mucho miedo sobre el futuro del Gobierno español. De todas formas, de producirse, el mercado puede tener dudas respecto a si España va a continuar por la senda de la austeridad y las reformas, o no. Precisamente, éstas son las dudas que han saltado respecto a los comicios italianos.
Pero hay expertos que no le dan tanta importancia ni a los cortos ni a las otras cuestiones. Por ejemplo, Luis Benguerel, de Interbrokers: «Había ganas de corregir y todos estos factores, tanto el levantamiento del veto a las posiciones cortas, como la incertidumbre política, ayudaron a que se produjera el recorte». Y de la misma opinión es Antonio Castelo: «El mercado español había alcanzado un elevado nivel de sobrecompra, porque llevaba subiendo desde julio casi sin parar».
¿Hasta dónde puede caer?
Pero, pese a todo, pese a que los analistas llevaban semanas advirtiendo de la inminencia de una corrección, el hecho de que se haya producido modifica la ubicación de los soportes del Ibex. Así, según explica Nuria Álvarez, si antes del recorte veían al índice moverse en la horquilla 8.000-9.000 puntos, ahora esa horquilla está entre los 7.650 y los 8.800 puntos. El soporte ha bajado: si antes de la corrección se situaba en los 8.200 puntos, ahora se coloca en el entorno de los 7.600-7.700 puntos. Y, sí, hay expertos que prevén que el índice caiga hasta ese soporte. Para Castelo, estaría justificado que bajara hasta los 7.700 o los 7.600 puntos. De hecho, sería bueno, porque permitiría un rebote potente, pero si cayera por debajo, sí se preocuparía. Luis Lorenzo comenta que, de perderse esos niveles, habría que pensar en ver a continuación los 7.200 o los 7.100 puntos. Lorenzo opina que el selectivo sí podría testar los 7.600 puntos, pero no cree que los rompa a la baja.
Benguerel es optimista: «A corto plazo no creo que pierda los 7.500 puntos, porque el mercado ya ha hecho lo que querían los inversores: ha caído casi mil puntos en tres días». Por eso, considera que, en un par de meses, el selectivo podría haber recuperado los 8.700 puntos. Si los rompiera al alza, el índice podría recuperar los 9.200-9.500 puntos. Y, para aprovechar ese recorrido que le puede quedar al índice, recomienda apostar por los valores que más ponderan en él, es decir, los grandes. Pero Lorenzo comenta que uno de los factores que ayudaría al Ibex a subir sería que Europa le tomara el relevo a Estados Unidos con los avances, porque los índices americanos ya están demasiado altos y cuesta pensar que continúen avanzando.