Economia

Becas y formación, sí; ayuda financiera, solo en casos contados

Ni patronales ni grandes empresas se deciden a apoyar con fuerza a los emprendedores para salir de la crisis salvo contadas excepciones

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

«No es nuestro papel, ni nuestra obligación, pero lo sentimos como una necesidad en estos tiempos de crisis, una siembra hoy para recoger mañana». Así se pronuncia uno de los directivos de las pocas compañías españolas -entre las grandes, las que cotizan en el Ibex-35- que están apoyando con fuerza (medida en forma de ayudas económicas sustanciosas) a los emprendedores, un perfil donde básicamente encontramos a jóvenes sin empleo menores de 30 años -la llamada generación «perdida»- aunque cada vez más empiezan a proliferar representantes de lo que el sindicalista Cándido Méndez ya ha bautizado como la generación «olvidada», que comprende al colectivo de parados de entre 40 y 50 años de edad, a los que todavía les resta un trecho considerable para la jubilación y que, sin embargo, tienen muchas dificultades para encontrar un puesto de trabajo.

A la espera de que el Gobierno apruebe la Estrategia para el Empleo y el Emprendimiento -y, sobre todo, que se concreten las medidas de apoyo directo, su importe y su fecha de entrada en vigor-, los desempleados han mirado a las principales empresas del país en busca de una mano tendida -las patronales no están encauzando ni impulsando estas iniciativas-, bien en forma de cursos de formación, bien como apoyo financiero al desarrollo de nuevas iniciativas de negocio. Entre sus referentes, el proyecto Lanzadera que ya ha puesto en marcha el empresario Juan Roig, presidente de Mercadona, mediante su propio fondo de capital. Hasta 15 emprendedores disfrutarán de una ayuda máxima de 200.000 euros para desarrollar su proyecto.

Su iniciativa, singular por no encauzarse a través de la compañía, coincide con el anuncio desde Caixabank de que en 2013 destinará seis millones de euros para facilitar la contratación de 10.000 jóvenes por parte de empresas o bien como autónomos, es decir, con el fin de acrecentar el acceso al mercado laboral, el mismo fin que se persigue en algunas filiales de empresas germanas -como Siemens, SEAT o Mercedes- que imparten programas de formación teórica en España y prácticas en Alemania, en línea con el sistema de formación dual.

Colectivos en riesgo

No son los únicos en ofrecer formación -entidades financieras como Kutxabank tienen programas de becas-, aunque otras grandes empresas centran sus esfuerzos en los colectivos en claro riesgo de exclusión, como hacen Deutsche Bank ( y Coca-Cola, además de la mayoría de las cajas de ahorros a través de la obra social que aún mantienen). Algo parecido hace BBVA con su programa de emprendimiento social. Iniciativas loables, sin duda, aunque al buscar un perfil concreto de desempleados no resultan una alternativa para la mayoría de ellos.

Fondos concretos para emprendedores no abundan entre las grandes empresas, aunque sí existen, en ocasiones a través de sus fundaciones. Es el caso de Repsol, que destina dos millones de euros para siete proyectos empresariales ligados a la eficiencia energética. Algo parecido hace la Fundación Entrecanales (FCC), que se asocia con empresas de reciente creación (aporta hasta un 30% de su capital durante cinco años) en sectores como la tecnología, el transporte y la gestión de recursos naturales. Ese mismo carácter selectivo presentan las iniciativas de la Fundación para la Innovación Bankinter y el Banco Santander. También Telefónica, con un ambicioso programa para el emprendimiento-solo para proyectos de nuevas tecnologías e internet-.

Y es que las reducidas posibilidades de encontrar un trabajo asalariado ha impulsado el florecimiento de compañías 'start ups' (de nueva creación) por todo el país -cada hora se dan de alta una media de 70 autónomos, si bien muchos son ya para autoempleo-. Para ellas, en general, existen las líneas de financiación habilitadas por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) y el Banco Europeo de Inversiones, donde participan como intermediarias la mayoría de entidades financieras.