Un hombre se mata en Córdoba por una deuda hipotecaria

Un activista de la plataforma Stop Desahucios de Córdoba se suicidó ayer arrojándose al vacío desde un cuarto piso tras recibir una notificación de Hacienda para abonar una deuda impositiva de 400 euros. Francisco Lema Bretón, de 36 años y con una hija de ocho, estaba en paro desde hacía tiempo, al igual que su esposa, y en 2011 había entregado al banco su casa para una dación en pago, pero ésta había sido parcial y aún tenía pendiente una deuda de 22.000 euros.

Fue un vecino quien alertó de que un hombre se acababa de arrojar al vacío en la calle Cartago. El hombre había vuelto de llevar a su hija al colegio y al llegar a su domicilio se encontró una notificación de Hacienda para hacer frente al pago de 400 euros de impuestos patrimoniales por una ampliación de la declaración de la renta, aunque otras fuentes hablan de que correspondía al Impuesto de Transmisión de Patrimonio.

Sin más ingresos que la ayuda de 426 euros a los parados, que se le agotan en breve, y agobiado por su situación, decidía tirarse por el balcón y falleció en el acto. Su esposa, que se estaba fuera en ese momento, se enteró de lo sucedido al ver el dispositivo policial en el portal.

Concentración

Fuentes de la plataforma en Córdoba, que se concentraron en repulsa por lo sucedido, denunciaban las condiciones «criminales» del acuerdo al que Lema había llegado con el banco, «que le había apretado porque era una persona vulnerable» y estaba agobiado ante la posibilidad de que sus padres, avalistas de la hipoteca, se quedaran en la calle si él no afrontaba las letras.

Ni siquiera pudo acceder siquiera a un alquiler social, y mientras la vivienda que él mismo había construido en la cercana localidad de Villafranca permanecía cerrada, la familia tenía que ingeniárselas. La plataforma les había gestionado un alquiler social, y recurrían a Caritas, familiares y amigos para poder comer. Además, Lema recibía tratamiento psicológico, ya que en junio de 2011, antes de cerrar la dación en pago y también acuciado por las deudas, había intentado suicidarse cortándose el cuello ante la sede de una sucursal bancaria.