Panetta dice que no había datos de un ataque «inminente» en Bengasi
El todavía secretario de Defensa afirma que "sin la alerta adecuada, no hubo tiempo suficiente, dada la rapidez del ataque, para movilizar a militares"
WASHINGTONActualizado:El secretario de Defensa de EE.UU., Leon Panetta , afirmó que la falta de información de un ataque "inminente" contra el consulado estadounidense en Bengasi (Libia) impidió dar una respuesta militar más rápida. En los meses previos se identificaron 281 posibles amenazas a instalaciones estadounidense en el mundo y aunque Bengasi era una de ellas, ese día, el 11 de septiembre pasado, "desafortunadamente no teníamos (informaciones de) inteligencia o indicaciones específicas de un ataque inminente", dijo Panetta ante el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado.
Al comparecer para explicar la respuesta del Departamento de Defensa al atentado contra el consulado, en el que murieron cuatro estadounidenses, entre ellos el embajador Chris Stevens, Panetta declaró que, "sin la alerta adecuada, no hubo tiempo suficiente, dada la rapidez del ataque, para movilizar a militares".
El secretario explicó que poco después de los primeros informes del atentado en Bengasi se reunió, junto con el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Martin Dempsey -quien también comparecerá hoy-, con el presidente, Barack Obama, quien "ordenó la disponibilidad de todos los recursos del Departamento de Defensa para responder al ataque" Panetta afirmó que ese día también había preocupación por potenciales amenazas en Túnez, Trípoli, El Cairo y Sana y otros lugares que "potencialmente podrían requerir una respuesta militar" bajo la coordinación del mando militar de Estados Unidos en África (Africom).
El Departamento dirigió un avión no tripulado de vigilancia y no armado que estaba en una posición cercana a las instalaciones de Bengasi, agregó. El secretario ordenó, además, que un grupo de seguridad antiterrorista de infantería de marina estacionado en España estuviera preparado por si tenía que ser desplegado en Bengasi.
También pidió que otro de estos grupos estuviera preparado para ser enviado a la embajada de Trípoli y que un grupo de operaciones especiales situado en Centroeuropa estuviera preparado para ser trasladado a otra base del sur de Europa. Ante la cuestión de por qué no se envió otro tipo de aviones armados, Panetta dijo que fue una cuestión de "tiempo y distancia", ya que los desplegados en la región no estaban cerca de Libia y hubiera tardado entre nueve y doce horas en llegar a Bengasi.
La opción más rápida
En este sentido, explicó que la opción más rápida fue movilizar a un grupo de seguridad situado en Trípoli formado por seis personas, que fueron enviados en un avión privado a la zona del ataque, quienes dieron ayuda médica y apoyo a las operaciones de evacuación del personal. Entre las lecciones aprendidas, Panetta señaló la necesidad de construir las capacidades con el país anfitrión para garantizar la seguridad al personal estadounidense ya que este episodio "plantea preocupaciones sobre la capacidad de los gobiernos recién establecidos o frágiles para garantizar la seguridad".
Panetta subrayó la importancia de los esfuerzos del Departamento de Estado para analizar la seguridad de las embajadas y las necesidades que puedan tener y aumentar la recogida de información en la región "para dar una respuesta cuando sea necesario". "Las Fuerzas Armadas no son y no pueden ser un servicio global de 911 (teléfono de emergencias) capaz de llegar a un lugar en minutos ante cualquier posible contingencia en cualquier parte del mundo", dijo Panetta , al subrayar la necesidad de tener información para estar preparados con antelación