Yadira no es un nombre cristiano
Un matrimonio se ve obligado a buscar una iglesia fuera de la Región para bautizar a su hija porque el nombre del bebé era hebreo
ABANILLA Actualizado: Guardar«Me hacía mucha ilusión bautizar a mi nieta en Abanilla, pero el párroco decía que Yadira no es un nombre cristiano y se negó a bautizarla. He dejado de creer en los curas, pero no dejo de creer en Dios». Con solo cuarenta palabras, Antonio Carpe Martínez, el orgulloso abuelo de Yadira, resume los tres meses de tira y afloja que ha mantenido con el párroco del municipio, Juan Matías, para lograr que su primera nieta pasase por la pila bautismal de la iglesia abanillera de San José. Algo que finalmente no ha ocurrido, obligando a este vecino que está postrado en una silla de ruedas, a tener que desplazarse hasta Orihuela con su mujer, sus hijas, y su yerno para poder bautizar a la pequeña.
Antonio decidió dar este paso «porque en mi familia somos católicos y creyentes». No habla en vano este vecino que no ha perdido la fe católica, a pesar de que la vida y el 'santísimo' no se lo han puesto nada fácil desde que le diagnosticaron, con 43 años, una lumbociatalgia bilateral severa que lo dejó en paro y obligado a desplazarse de por vida con una silla eléctrica. «Me dio un dolor en la columna y me quedé inmovilizado. Después de hacerme muchas pruebas y de cinco resonancias magnéticas me diagnosticaron la lumbociatalgia. Yo trabajaba en una gasolinera de Ceutí, pero me hicieron firmar una carta de despido y me quedé sin el subsidio del paro».
Después de que la salud y su empresa le fallasen, lo que menos se esperaba Antonio era toparse con la iglesia -uno de los pilares de su vida-. «El cura nos puso muchos problemas desde el principio. No quería bautizar a mi nieta con ese nombre, decía que no era cristiano, pero eso no tiene nada que ver». Aunque el origen de Yadira (amiga, entre otros significados) es hebreo, tal y como argumentaba el párroco, el abuelo defiende que «nosotros queríamos 'cristianizarla' y, que yo sepa, Jesús no ponía inconvenientes a nadie por el nombre. El cura nos echó de la sacristía». De forma que rotas las 'negociaciones' «y tras haber informado de todo lo sucedido a la Diócesis de Cartagena, por email», la familia de Antonio se puso a buscar parroquia.
Y no podían haber encontrado mejor respuesta a sus 'plegarias' que en Nuestra Señora de los Remedios, en la iglesia oriolana de La Matanza, donde finalmente fue bautizada Yadira con siete meses de vida.
«Lo estábamos esperando desde diciembre. El padre Enrique la subió al camarín de la Virgen de los Remedios y se la presentó, se portó muy bien con nosotros». Casi tanto como los vecinos de Antonio que, debido a su falta de ingresos, solo recibe una pensión de 540 euros por su minusvalía, le pagaron el banquete que celebró en su casa a base de pollos asados, patatas y cerveza.
Como se suele decir, los caminos del Señor son inescrutables, incluso a veces, demasiado complicados.