Malí celebra la conquista de Kidal
Soldados chadianos recuperan la primera ciudad arrebatada por los tuareg y convertida en feudo de los yihadistas
Actualizado:La entrada de 1.800 soldados chadianos en la ciudad de Kidal culmina la primera fase de la conquista del territorio norte de Malí. La llegada del contingente extranjero se antoja una prueba concluyente de la existencia de un acuerdo entre las tropas francesas y los rebeldes tuareg del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA) para evitar enfrentamientos. El pasado día 29 de enero esta guerrilla anunció la toma de la población tras la huida de los yihadistas del grupo Ansar Dine que la han ocupado durante los últimos seis meses. El protagonismo de las tropas de Yamena también evidencia el rol significativo que se las presupone en la lucha contra los fundamentalistas. Los chadianos son los militares con mayor experiencia para la lucha en el desierto y se consideran estrechos aliados de París, que mantiene una base permanente en su territorio.
La situación bélica ha permanecido en una situación de 'impasse' en los últimos días, tan solo rota por los bombardeos galos sobre el macizo del Adrar de las Iforas, refugio de los fundamentalistas. Las fuerzas especiales enviadas por París se hicieron la semana pasada con el aeropuerto local, pero no avanzaron hacia el centro urbano aduciendo el impedimento de una tormenta de arena. Sin embargo, todas las pruebas indicaban la existencia de contactos entre París y el MNLA para negociar la ocupación de la única capital de Azawad poblada mayoritariamente por 'hombres azules' y árabes.
La demora en Kidal, frente al rápido control llevado a cabo en Gao y Tombuctú, no parecía ajena a la determinación de los guerrilleros de impedir el regreso del Ejército maliense. La posibilidad de un encuentro entre ambos también propiciaba el revanchismo. Hace un año, los independentistas tuareg lanzaron una ofensiva bélica que tuvo a Kidal como la primera plaza conquistada. Los milicianos negaron su complicidad con los islamistas, alianza que pronto fue confirmada por los hechos. La coalición fue rota por los radicales, que pronto se expandieron por todo el norte del país.
Diálogo y desarrollo
La reconciliación entre el Gobierno de Bamako y sus antiguos enemigos laicos resulta esencial, pero difícil por el resquemor mutuo. El ministro francés de Desarrollo, Pascal Canfin, refrendó esta necesidad de acuerdo al asegurar que «lo que asegurará la estabilidad no es una operación militar, sino el diálogo político entre las comunidades y el desarrollo económico de Mali». El representante del Elíseo se mostró partidario de la hoja de ruta planteada por Bamako ayer en Bruselas y que debe culminar con la celebración de elecciones el próximo 31 de julio. Además, los Veintisiete estudiarán la próxima semana la manera de recuperar la cooperación con el país, lo que podría suponer una ayuda de 250 millones de euros.
La Unión Europea también ha decidido el envío de una avanzadilla técnica de cincuenta efectivos a Malí para preparar el despliegue de la misión de instructores prevista para el próximo día 12. La operación estará formada por unos 500 profesionales de 17 países, incluida España, y su objetivo será el asesoramiento del Ejército. Paralelamente, el destacamento francés preparará su sustitución por las fuerzas regionales de la MISMA.