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Los niños de Miguel Delibes cobran vida en dibujos
Una exposición en el Museo ABC recrea los personajes infantiles del escritor castellano de la mano de 15 ilustradores
MADRID. Actualizado: GuardarA Miguel Delibes, quien trabajó como caricaturista de 'El Norte de Castilla', seguramente le hubiera gustado la muestra que acoge el Museo ABC. 'Patria común. Delibes ilustrado' propone un recorrido por el universo literario del escritor contado desde la mirada y la voz de sus personajes infantiles. Con sus lápices y pinceles, quince ilustradores han reinterpretado las figuras de los niños que aparecen en las obras del autor de 'El camino'. El resultado es una exhibición sencilla y sugerente en que se abordan los temas fundamentales del académico y prosista castellano, temas que van desde el arraigo a la tierra hasta la amistad, pasando por la guerra o la muerte. Daniel 'el Mochuelo', Germán 'el Tiñoso' o Roque 'el Moñigo' son algunos de los personajes retratados por los artistas. 'Patria común. Delibes ilustrado' incluye treinta ilustraciones que se reparten en quince secciones diferentes que recogen las constantes de la obra del novelista.
Los dibujos, acuarelas y collages recrean fragmentos literarios de una decena de textos de Miguel Delibes, escritos entre 1947 y 1989. Algunas de las narraciones que inspiran a los ilustradores son 'El camino', 'Las guerras de nuestros antepasados' o 'El conejo', cuento que figura en la recopilación de relatos 'La mortaja'. Ahí están, por ejemplo, Isidoro, el muchacho de 'Viejas historias de Castilla la Vieja'; Pedro y su insobornable amistad con Alfredo, de 'La sombra del ciprés es alargada'; Gervasio y su hermana Florita, de 'Madera de héroe'; el fantasioso y mimado Sisí de 'Mi idolatrado hijo Sisí'; Pacífico Pérez de 'Las guerras de nuestros antepasados'; el Nini, todo un superviviente de 'Las ratas'; Quico, de 'El príncipe destronado'; o el propio Miguel Delibes de niño en su obra autobiográfica 'Mi vida al aire libre'.
No es casualidad que en la obra de Delibes aparezcan tantos niños, exponentes de las grandes verdades de la naturaleza humana. El novelista era diestro con el lapicero. La edición estadounidense de 'El camino', de 1960, está acompañada de una veintena de dibujos en tinta china firmados por Delibes, estampas que arrancan con la descripción del valle donde vive 'el Mochuelo'.