Ramón Palomar retrata el hampa en 'Sesenta kilos', su primera novela

Tras veinte años de periodismo, Ramón Palomar salta a la novela. El columnista de 'Las Provincias' cae de pie en el mundo negro y criminal con 'Sesenta kilos' (Grijalbo), descarnado retrato del hampa muy bien recibido en el exigente mundo de la intriga. El escritor presenta esta semana su criatura en la Semana Negra de Barcelona. Es una novela criminal sin policías, con mucha sangre y bastante sexo, que pone el foco sobre el alma y las vidas de unos criminales, «que como cualquier ser humano, tienen su corazoncito».

Saltar a la novela era para Palomar «una tarea pendiente» que rentabiliza «la disciplina de las columnas». Perfiló una aventura cruda y trepidante que, como una peli de Tarantino, mezcla las historias que le mostró la vida. Mientras estudiaba periodismo trabajó en un bar de copas. Compaginar universidad y el mundo de la noche «fue una suerte». Conoció «una fauna bastante extraña» y penetró en «círculos de gente que se dedicaban a actividades ilegales». «Una mortificante experiencia», ironiza, en la que frecuentó mansiones y yates con jacuzzi y se atiborró de caviar Champán, «yo que soy de sándwich mixto y bocata de atún». Pero ahí estaban las potentes historias que le permitirían armar una novela con narcotráfico, burbuja inmobiliaria o prostitución. Una historia criminal pero sin polis, muy atenta a todas las facetas de los malos. «Es un retrato del hampa, de los malos que se buscan la vida moviendo kilos de coca y persiguen un pelotazo», resumen Palomar. Él invita al lector a preguntarse si los peores son los mueven uno kilos de estupefacientes o los que están en los despachos.