La crisis y las deudas disparan los falsos secuestros
La Policía asegura que el número de este tipo delitos se ha doblado durante el último año
MADRID.Actualizado:La Policía Nacional ha detectado que el número de falsos secuestros en los que las víctimas pretendían obtener el dinero del rescate aportado por su familia o amigos se ha multiplicado por dos en el último año y, en todas ellas, la Sección de Secuestros y Extorsiones de la Policía Nacional tuvo que activar el protocolo establecido hasta localizar a la supuesta víctima. Según informa Europa Press, en 2012 se denunciaron ante la Policía 24 hechos de estas características, todos ellos constitutivos de delito, recogido en el artículo 457 del Código Penal que contempla la conducta de aquellos que simulen ser víctima de una infracción penal inexistente o denuncien un falso delito.
La rápida activación del protocolo establecido en estos casos y la eficacia de los investigadores y negociadores de la Sección de Secuestros y Extorsiones, ha aportado excelentes resultados. Al igual que en años anteriores, la Policía Nacional resolvió el cien por cien de los secuestros, reales y simulados, producidos en nuestro país. En 2012, estos especialistas de la Policía Nacional detuvieron a 87 personas vinculadas a secuestros, extorsiones, incidentes críticos -con o sin rehenes- y también relacionadas con simulaciones de secuestro.
El pasado año se denunciaron 17 secuestros reales nacionales, los mismos que en 2011, todos ellos resueltos. Mientras la cifra de secuestros internacionales en los que se demandó la colaboración de esta Sección descendía casi a la mitad: 9 casos frente a los 16 de 2011. El número de incidentes críticos, con o sin rehenes, también descendió ligeramente en 2012. Esta Sección registro 17 situaciones de estas características y, en la mayoría, tuvo que intervenir un negociador titulado.
La investigadores de la Sección de Secuestros y Extorsiones, adscrita a la UDEV Central de la Comisaría General de Policía Judicial, diferencian entre secuestros de alta intensidad -atendiendo a la peligrosidad de los autores, las características de la víctima o tipo de cautiverio-, y baja intensidad. En 2012 estos especialistas atendieron cuatro casos que fueron catalogados como de alta intensidad.