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El mensajero persa de Israel

Menasher Amir, que dirige un programa de radio sobre el régimen de Teherán, sostiene que «nunca ha habido riesgo real de ataque»

M. AYESTARAN
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El estudio de la sección que emite en farsi -lengua persa- en la emisora La Voz de Israel es un pedazo de Irán en el corazón de Jerusalén, pero del Irán anterior a la revolución islámica. El regreso del imán Jomeini a Teherán en 1979 levantó una especie de muro para Menasher Amir, que desde ese año no ha vuelto a pisar la capital, donde nació hace 74 años. «Fuentes de la inteligencia me dijeron que estoy en la lista de enemigos que el régimen quiere eliminar y por eso ni me planteo un viaje hasta que haya un cambio de sistema», señala el veterano periodista que cada tarde, a las cinco en punto, dirige un programa de hora y media dedicado a repasar la actualidad del país hebreo y de la república islámica.

El espacio nació en 1960, un año después de viajar a Israel para completar sus estudios. «Tiene gran impacto en Irán porque los oyentes saben que junto al canal en farsi de la BBC somos la única fuente fiable», piensa Amir, que trabaja bajo una enorme foto suya junto al expresidente George Bush. «Hace cinco años asistí a una recepción de Bush y le trasladé el mensaje de nuestros oyentes de Irán, que están esperando que Estados Unidos les libere de la opresión», recuerda.

Los temas más importantes del momento son «las conversaciones para la formación del nuevo Gobierno en Israel y los rumores sobre la explosión en la planta nuclear de Fordó». Unas suposiciones que Amir considera «falsas» y que Teherán tacha de «propaganda occidental» . Fordó es una planta construida en las montañas de Qom, ciudad situada 100 kilómetros al sur de la capital. La instalación está protegida de posibles ataques gracias a su construcción subterránea y cuenta con 3.000 centrifugadoras de última generación.

En sus 53 años frente al micrófono, Amir ha informado «casi semanalmente» de los peligros que supone Irán. «Aunque yo creo que nunca ha habido riesgo real de ataque inminente. También hablamos de los planes de ataque por parte de Israel a las instalaciones nucleares, aunque esto se produce con menor frecuencia», confiesa el periodista, que en su mesa tiene una bandera de la época del sha con el león dorado en el centro. A su modo de ver, los planes atómicos del régimen de los ayatolás representan «una amenaza». Señala como responsables de los últimos asesinatos selectivos de científicos a «ciudadanos iraníes que se han dado cuenta del peligro que corre el país y que han recibido apoyo extranjero de Israel, EE UU y países del Golfo».