ESPAÑA

La aparición de la supuesta contabilidad B de Bárcenas convulsiona al PP

Cospedal niega con rotundidad la autenticidad del documento y respalda la gestión de sus antecesores Rajoy convoca de urgencia a la cúpula del partido mañana para intentar frenar la crisis interna

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«Claro que ha habido pagos puntuales en metálico, pero para sufragar viajes y dietas, pero siembre en A y declarados a Hacienda». Un alto cargo del PP, desorientado por la magnitud del escándalo de la supuesta contabilidad B de Luis Bárcenas, confesaba a primeras horas de la mañana de ayer esta práctica en un intento de rechazar las acusaciones contra el partido.

María Dolores de Cospedal, en una multitudinaria comparecencia pública, puso este mismo empeño en intentar frenar la ola de descrédito que provocó la información de El País. Negó la certeza de lo publicado en los denominados 'papeles de Bárcenas', que recogen presuntos pagos a la cúpula del PP desde 1990 al 2009 e ingresos por donaciones al partido de distintos empresarios, entre ellos tres constructores imputados en el 'caso Gürtel'.

En los documentos figuran entregas a miembros de la cúpula del partido en esos años sin especificar el concepto, entre ellas al jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, de 25.200 euros anuales durante 11 años. Las principales cantidades, sin embargo, las habrían recibido los exsecretarios generales a Javier Arenas y Francisco Álvarez-Cascos con 9.900 euros trimestrales. Una sospecha de la que no se libraría, según esta información, ni la propia Cospedal, que habría percibido dos ingresos de 7.500 euros. Pero también habrían cobrado, entre otros, Jaime Mayor Oreja, Ángel Acebes, Rodrigo Rato y Federico Trillo.

Se trata del mayor terremoto de la historia del PP y, por supuesto, la mayor crisis que afronta Mariano Rajoy desde que accedió a la Presidencia del partido en 2004. Una convulsión superior, incluso, a la que provocó en 2008 el denominado 'caso Gürtel', sin duda, el germen de todo este embrollo. Las acusaciones de tratos de favor al empresario Francisco Correa provocaron el cese o la destitución de altos cargos del partido en Madrid, Valencia y Castilla-León. Entre ellos, el hasta entonces tesorero Luis Bárcenas. La noticia, desvelada por una investigación de la Audiencia Nacional, del hallazgo de varias cuentas en Suiza en las que Bárcenas llegó a tener 22 millones de euros puso en alerta a todo el partido. ¿Cómo era posible que un asalariado por bien pagado que estuviera, 200.000 euros anuales, pudiera amasar tal cantidad de dinero?

El viento sopló en contra de Rajoy durante toda la semana, sobre todo tras confirmar los abogados de Bárcenas que el extesorero se había acogido a la amnistía fiscal ideada por el ministro Cristóbal Montoro para blanquear 11 de los 22 millones descubiertos en Suiza.

Cambio de estrategia

Hasta ayer, la estrategia del PP era negar cualquier vinculación con las cuentas suizas de Bárcenas y guardar silencio sobre los sobresueldos hasta que se hiciera pública la auditoría interna ordenada por Rajoy, de la que se encarga la actual tesorera del PP, Carmen Navarro.

Este castillo de naipes se vino abajo nada más publicarse los supuestos manuscritos de Bárcenas. Hasta Dolores de Cospedal cambió de registro. La número dos del PP, que el 19 de enero advirtió a sus antecesores en el cargo que «cada palo debía aguantar su vela». Un claro mensaje para los dirigentes del partido en tiempos de Correa o para cualquier otro dirigente que «se hubiera aprovechado del partido».

Una contundencia que enojó a la viaja guardia del PP que se sintió, en cierta medida, desacreditada. Cospedal quiso evitar dudas en este sentido y como secretaria general de la actual dirección, pero también en nombres de sus antecesores, Javier Arenas, Ángel Acebes e, incluso, Francisco Álvarez Cascos, negó cualquier tipo de tejemanejes.

«La contabilidad del Partido Popular es única, clara, transparente, limpia y sometida al Tribunal de Cuentas», espetó.

La número dos del PP anunció, asimismo, que el partido, de manera colectiva y la mayor parte de los citados en esa supuesta contabilidad paralela, emprenderán acciones judiciales contra todos los medios que difundan la información de la supuesta contabilidad B «porque no vamos a consentir que se afirme o se insinúe ningún comportamiento que pueda ser no honorable de ningún dirigente de este partido».

Entre los denunciantes estará Rajoy, que interpondrá su primera querella en sus más de 30 años en primera línea política.

Consciente de que estas informaciones dañarán la imagen de la formación, mandó un mensaje a los ciudadanos en general y a los militantes en particular. «El PP siempre ha cumplido escrupulosamente con la legalidad vigente, lo ha hecho siempre y lo seguiremos haciendo».

Dolores de Cospedal tiene claro lo que se pretende con los supuestos papeles de Bárcenas: «No hay la menor duda de que la única intención de esa pretendida información es perjudicar al PP, a sus dirigentes y en particular al presidente del Gobierno».