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Gabrielle Giffords recibió ayer el apoyo de su marido ante el Comité Judicial del Senado; a la izquierda, Wayne LaPierre, de la Asociación Nacional del Rifle. :: REUTERS
MUNDO

Primer duelo por el control de las armas en EE UU

La excongresista Giffords, herida en un tiroteo, y los amigos del rifle exponen sus argumentos ante un Congreso dividido

MERCEDES GALLEGO CORRESPONSAL
NUEVA YORK.Actualizado:

Hace dos años que el habla de la excongresista Gabrielle Giffords «es una memoria distante», recordó ayer su marido. «Le cuesta mucho caminar y está parcialemente ciega». Con todo, ayer se desplazó trabajosamente hasta el Congreso para hablar públicamente ante el Comité Judicial del Senado que evalúa un mayor control de armas. Hacía falta que alguien le plantase cara al presidente de la Asociación Nacional del Rifle, Wayne La Pierre, que ayer era el invitado de honor.

«Hablar es muy difícil», dijo con voz gangosa la excongresista tiroteada en Arizona, que sufre daños cerebrales, «pero necesito decir algo importante: la violencia es un gran problema. Demasiados niños están muriendo. Demasiados niños. Tenemos que hacer algo. Será difícil, pero éste es el momento. Tenéis que actuar ahora. Sed valientes. Estados Unidos cuenta con vosotros».

Fue el minuto más emotivo de la primera audiencia sobre este tema que se celebra en el Congreso en más de un año. La sustituyó en la tribuna su marido, el exastronauta Mark Kelly, que se ha convertido en su voz y mano derecha en la misión que marcará el resto de su vida. Se lo recordará siempre la muerte de 13 personas que la acompañaban en el acto público donde un desequilibrado le metió una bala en la cabeza y luego siguió disparando a su alrededor hasta que vació el cargador.

Los cargadores de alta capacidad, que pueden llegar a descargar entre 400 y 800 balas por minuto, protagonizan uno de los polémicos capítulos del plan propuesto por Barack Obama. El presidente intenta vetar ese tipo de tecnología asesina, así como los rifles semiautomáticos de tipo militar que permiten convertir los tiroteos en carnicerías masivas. Gayle Trotter, una abogada defensora de estas armas de asalto, aseguró que su prohibición afectará desproporcionadamente a las mujeres «porque la apariencia que tienen les da valor para suplir su desventaja física». La madre de Adam Lanza tenía una en casa, pero en lugar de servirle para proteger a su hijo de presuntos asaltantes fue éste quien la utilizó para matarla a ella y a 20 niños en las escuela de Sandy Hook (Newtown).

La Pierre también se opone a su prohibición. En realidad el heredero de Charlton Heston en la Asociación Nacional del Rifle se opone a todas las medidas propuestas. La Pierre argumenta que los locos y los criminales siempre se las saltarán, por lo que prefiere derivar la culpa al Gobierno, a la industria de los videojuegos, y a la sociedad que deja sueltos a los locos.

En este último punto coincide con el atronauta que, junto a su esposa, ha creado la organización Americans for Responsible Solutions para hacerle frente a los 'lobbies' como el suyo. «Gabi es sólo una de las 100.000 víctimas de armas de fuego que hay en Esrados Unidos cada año», dijo Kelly. «Detrás de cada una descansa una dosis del fracaso e incompetencia que hay en nuestras familias, en nuestras comunidades, en nuestros valores y en nuestra sociedad para enfrentar la pobreza, la violencia y las enfermedades mentales», sentenció.

«Demasiados niños»

Todos los actores de esta batalla reconocen que el problema es mucho más complejo que limitar el uso de determinadas armas, pero como dijo el senador Charles Schumer, «no incluir las armas en esta discusión sobre asesinatos masivos sería como no incluir los cigarrillos al hablar del cáncer de pulmón».

A la sombra de esas cuatro horas de debate público, las televisiones cubrían otros tiroteos de alto perfil. Como el de la adolescente de 15 años que cantó hace menos de dos semanas en la toma de posesión de Obama, y que el martes murió tiroteada en pleno día en un parque mientras charlaba con sus amigos. O el pistolero de Alabama que disparó contra el conductor de un autobús escolar y se llevó a un niño de 6 años como rehén. O los seis heridos en unas oficinas de Phoenix (Arizona) donde ayer abrió fuego un hombre. Un día más en EEUU, donde las estadísticas por homicidios crecen al ritmo de 30 muertos diario. Más de 2.000 niños al año. «Demasidos niños. Tenemos que hacer algo», repitió Giffords.