La última canción del 'Kombo Kolombia'
Tocar para un grupo rival les costó la vida a los 20 integrantes del grupo 'Kombo Kolombia'
LA HABANA. Actualizado: GuardarMéxico cambió de presidente pero los narcos no cambian su violenta forma de actuar y se rigen por el «o conmigo o contra mí». Tocar para un grupo rival les costó la vida a los 20 integrantes del grupo 'Kombo Kolombia'. Una decena de hombres irrumpió en la fiesta donde tocaban. Durante cuatro horas los condujeron por caminos de tierra en camionetas modernas. Los torturaron para que respondieran si consumían drogas o pertenecían al crimen organizado. Arrodillados, uno a uno fueron ejecutados con un tiro de gracia y sus cuerpos tirados en un pozo de 15 metros de profundidad. Los encontraron porque un superviviente escapó y avisó a las autoridades. La madre de una de las víctimas sostiene que estaban amenazados.
El portavoz de Seguridad de Nuevo León, Jorge Domene Zambrano, señaló que se trató de «una acción directa contra los integrantes de este grupo» musical y no descartó una venganza de narcotraficantes. En los últimos años, cuatro músicos famosos se convirtieron en blanco del crimen. María Cristina Sáenz, madre de Saúl Piña Reynoso Sáenz, segunda voz del grupo, aseguró a un diario mexicano que su hijo le confesó que «tenía mucho miedo». Las familias dieron la voz de alarma el viernes. Y el domingo aparecían los primeros cadáveres, entre ellos el del teclista, el único colombiano, en un paraje a unos 200 kilómetros de Monterrey (Nuevo León). Hasta el momento se recuperaron doce, y cinco fueron identificados.
La agrupación especializada en tocar vallenatos y cumbias colombianas se formó cuatro años atrás por regiomontanos, era conocida a escala regional y estaba integrada por 16 músicos y 4 colaboradores. Amenizaban bodas, bautizos y fiestas familiares. A última hora les cambiaron el lugar de actuación. Fueron al bar La Carreta donde el jueves tocaron en una reunión privada de unas 50 personas.
Media hora después de las doce de la noche, comenzó la tragedia. Diez hombres se los llevaron a punta de pistola. En el amplio estacionamiento del local quedaron sus coches abiertos y algunos de sus instrumentos.