La otra emergencia
El fenómeno de la inmigración clandestina repunta de nuevo en la costa empujado por los conflictos en el África Occidental
Actualizado: GuardarEspaña atraviesa por uno de los momentos más duros de su historia reciente; de ahí que todo aquello que no esté relacionado, directa o indirectamente con la crisis, quede relegado a un cajón olvidado. Pero la emergencia nacional que vive España y, especialmente Andalucía y la provincia de Cádiz, que baten récords en la cifra de desempleados, no debe hacer que nos desentendamos de otros dramas que nos tocan de lleno. El fenómeno de la inmigración clandestina regresa con fuerza en el Estrecho, tras varios años de aparente tranquilidad. Oleadas humanas que ponen en riesgo lo más preciado, sus vidas, por alcanzar Europa. Esta vez no sólo vienen empujadas por el hambre. Los conflictos bélicos que azotan países de África Occidental como Mali están provocando el desplazamiento de miles de personas.
Cruzarse parte de un continente hasta llegar a España es la única salida posible para unas almas que, frontera tras frontera, son amenazadas, agredidas, violadas y, como denuncian organizaciones como Médicos Sin Fronteras, expulsadas al desierto violando el derecho internacional. Es el caso del Reino de Marruecos, cuya política migratoria debiera recibir, al menos, una seria reprimenda por la comunidad internacional. Pero nada, los auxilios en el mar siguen corriendo, en la inmensa mayoría, de parte española. Y nadie se ha preocupado por verificar qué está ocurriendo en los asentamientos de subsaharianos en ciudades marroquíes, pese a que la cooperación internacional advierte que se están produciendo graves abusos.
Una vez más, y aunque haya miles de vidas humanas en juego, la comunidad internacional demuestra ser demasiado lenta e ineficaz para proteger a los más desvalidos de sus gobernantes tiranos, de las guerras civiles injustas. Tan sólo se interviene si existen otros intereses que no sean los estrictamente humanos. Al menos, que esa dura realidad no quede silenciada.