Cuando Jobs conoció a Wozniak
El que fuera fiel escudero del tecnogurú critica el primer tráiler de la cinta protagonizada por un evocador Asthon Kutcher Quince meses después de su muerte, el primer 'biopic' del fundador de Apple ve la luz en el festival de Sundance
MADRID.Actualizado:Los mitos, sean de la naturaleza que sean, son carne de cañón en Hollywood. Políticos, empresarios, deportistas... No son pocos los que se relamen pensando en dar forma al testamento cinematográfico de ese puñado de figuras que salpican la actualidad internacional. El ejemplo más reciente es el del 'caso Armstrong'. Pocas horas después de que el ciclista de Austin hiciese añicos su leyenda reconociendo su larga e intensa relación con el dopaje, se conoció el resultado de la puja por llevar su ascenso y caída a la gran pantalla. Lo mismo pasó en su día con Steve Jobs. Mientras los feligreses de Apple lloraban la muerte del 'tecnogurú' y los inversores oteaban con interés cada movimiento de su sucesor, en pocas semanas ya saltaban a la palestra dos proyectos para recoger la obra y milagros del empresario de Palo Alto y plasmarlos en una película.
Quince meses después, la más temprana de estas cintas vio la luz en la clausura del festival de cine de Sundance la noche del viernes en EE UU (madrugada del sábado en España). La otra, basada en la biografía escrita por Walter Isaacson y producida por Sony Pictures, todavía no tiene fecha de estreno. Dramas familiares, un despido de la misma empresa que creó y que posteriormente salvó de la quiebra, una lucha desgarradora contra el cáncer... Su alambicada vida daría perfectamente para hilar una trilogía pero el director Josh Stern ha decidido retratar en 'jOBS' una parte menos mediática de su existencia (entre el año 1971 y el 2000) pero no por ello menos importante para la construcción de la leyenda. Entre otras cartas, la producción ha tenido acceso al garaje donde comenzó a trabajar el que a la postre sería padre de inventos como el Machintosh o los recientes iPhone e iPad. «Todo el mundo tiene su propia opinión acerca de Steve Jobs», comentaba el realizador, que añadía que el «verdadero reto» es no disgustar a nadie con la cinta que se estrenará el próximo mes de abril en Estados Unidos. «Aventurarse en exceso es siempre peligroso, sobre todo con alguien que es tan conocido», añadía.
Los focos apuntan ahora a Asthon Kutcher. Las fotos previas a la 'premiere' ya dejaban ver el increíble parecido entre el informático en sus años mozos y el actor. Si en lo que a lo físico se refiere, el sustituto del televisivo Charlie Seen en 'Dos hombres y medio' tiene materia prima de sobra, falta ahora el veredicto del público, especialmente de los millones de admiradores de Jobs, sobre su trabajo. Kutcher explicó que este papel -uno de los más importantes de su carrera- supone un «gran honor» para él, pero reconoció las dificultades de dar vida a un icono «tan fresco» en el imaginario colectivo. «Eso es terrible porque todo el mundo es un crítico en potencia», explicaba el actor a los medios allí presentes.
El lunar del que se presuponía un gran homenaje lo puso precisamente quien fuese su fiel escudero en la creación y lanzamiento de Apple hasta que abandonó el barco en 1985. Steve Wozniak,un inquieto y activo inventor, lanzó el primer dardo contra la película. Todo a raíz del primer tráiler hecho público en el que se ve a Wozniak confesando que estaba trabajando en un nuevo sistema operativo a lo que Jobs inmediatamente responde que eso es el «futuro y la libertad» y preguntándole por qué no se lo dijo antes.
El de Sunnyvalley asegura que eso simplemente no ocurrió. «Las personalidades están mal representadas», comentó el ingeniero, un habitual de las colas que se forman con los estrenos de la factoría de Cupertino. «La mía está más cerca», aseguraba respecto a la actuación de Josh Gad. «Estoy avergonzado, pero si la película es divertida, mejor. El que lea mi libro 'iWoz' podrá tener una idea más clara», concluyó, admitiendo a su vez que, por el momento solo había tenido acceso a ese adelanto.
La crítica, recogida por el portal de noticias tecnológicas Gizmodo, tuvo una rápida respuesta por parte de la productora, que sostiene que el film «no es un documental» ni pretende recoger «palabra por palabra» todas las conversaciones y que «no es una representación precisa» de todos los hechos.