Tragedia en otra cárcel venezolana
Un motín deja 54 muertos y un centenar de heridos en la convulsa prisión de Uribana
LA HABANA.Actualizado:El hacinamiento de las prisiones venezolanas propició una nueva tragedia en la cárcel de Uribana (Lara), que se considera la peor y más violenta de los últimos años. Una inspección derivó en un motín que dejó 54 muertos, entre ellos un guardia, dos «pranes» (cabecillas) y dos pastores evangélicos, y un centenar de heridos. El vicepresidente, Nicolás Maduro, señaló que el Gobierno investiga los hechos para saber «qué sucedió».
Ayer por la mañana el Gobierno no tenía el control del penal. Varios autobuses entraron en el patio del recinto y trasladaron a varias presas a otras instalaciones. Familiares de las víctimas denunciaron que los cadáveres que llegaron al hospital estaban calcinados: «La Guardia Nacional los quemó», explicaron. Otros comentaron que los fallecidos pasarían de los 100 debido a que «en la cárcel hay un grupo grande de cadáveres».
Las autoridades no confirmaban cifras. «Hay saldos lamentables, hubo una situación de confusión trágica que nosotros lamentamos», dijo Maduro. Asimismo, precisó que tomarán «medidas correctivas a fondo» y que el proceso de «regularización de las cárceles va a continuar». Por su parte, Iris Varela, ministra de Asuntos Penitenciarios, culpó a los medios de comunicación, especialmente al canal opositor Globovisión, y a las redes sociales como «detonante de la violencia» por anunciar la inspección.
Mientras, los desesperados familiares, en su mayoría mujeres, lloraban sin consuelo y gritaban ansiosos por conocer la suerte de sus parientes frente a las barricadas montadas por los militares fuera de la prisión por las que iban sacando en camillas a reclusos con ropas ensangrentadas.
Desde que Hugo Chávez creó la cartera de Asuntos Penitenciarios en julio del 2011 con la intención de revertir la situación de hacinamiento, insalubridad y violencia entre los presos, los muertos en revueltas carcelarias superan los 560 y los heridos rondan los 1.500. Según datos oficiales, la capacidad del sistema penal venezolano es para 14.000 reclusos pero en la práctica alberga a más de 50.000. Mientras, el Gobierno ha prometido construir 25 centros penitenciarios nuevos.
La violencia estalló cuando la Guardia Nacional -alertada de supuestos «ajustes de cuentas entre las bandas internas que pugnan por el control del centro»- comenzó una requisa el viernes por la mañana para el «desarme total». Según Varela, los cabecillas «arremetieron contra los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB)».
Versiones contradictorias
La versión del Gobierno choca con la del director de la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones, Humberto Prado, quien denunció el «uso desproporcionado de la fuerza» durante la actuación de los cuerpos de seguridad. «Se escucharon dos explosiones, presumimos que procedentes de granadas y todo fue con armas de fuego», aseguró. Igualmente, recordó que Uribana se encuentra bajo medidas provisionales de protección de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) desde 2006, cuando ordenó al Ejecutivo que «no podía morir un interno más en ese centro».
Prado señaló además que el Centro Penitenciario de la región Centro Occidental, nombre oficial de Uribana, es una de las «tres cárceles más violentas» del país petrolero. Alberga 2.400 reclusos cuando su capacidad es para 850.
Por su parte, el líder opositor Henrique Capriles Radonski, dijo haber recibido llamadas de «familiares desesperados» de los presos y denunció en Twitter: «¿A quién le van a echar la culpa de esta nueva masacre en una cárcel de nuestro país? Gobierno incapaz e irresponsable».