Rajoy apuesta por reforzar el papel de España en la Alianza del Pacífico
Pretende tener un papel relevante en la nueva unión comercial que impulsan México, Perú, Colombia y Chile
SANTIAGO DE CHILE.Actualizado:José María Aznar se obsesionó con su plan Asia; José Luis Rodríguez Zapatero viró el timón y cambió el rumbo de la política exterior hacia los países árabes con la Alianza de las Civilizaciones. Mariano Rajoy pretende completar ahora el viaje inconcluso que inició Cristóbal Colón hace más de cinco siglos y abrir una vía de comercio con las Indias Occidentales.
La metáfora sirve para ilustrar la arriesgada apuesta estratégica del Gobierno español por la Alianza del Pacífico, un tratado de libre comercio que impulsan México, Perú, Colombia y Chile. Estos cuatro países suman más de 200 millones de habitantes, reúnen el 55% de las exportaciones latinoamericanos, suponen el 35% del Producto Interior Bruto de América Latina, y si juntasen sus potenciales se convertirían en la novena potencia económica del mundo. El proyecto integrador de estos cuatro países puede verse fortalecido a medio plazo con la incorporación de Estados Unidos, Australia, Japón y otras potencias asiáticas.
El Ejecutivo español opina que esta iniciativa puede convertirse en un trampolín para las empresas españolas que quieren vender productos y servicios a países asiáticos a través de América Latina, región en la que las empresas y bancos españoles ostentan una posición privilegiada. Rajoy ha aprovechado su primera participación en una Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, América Latina y el Caribe, que se celebra en Santiago de Chile, para mantener reuniones bilaterales con los cuatro presidentes de los países fundadores de la Alianza del Pacífico: el peruano Ollanta Humala, el chileno Sebastián Piñera, el mexicano Enrique Peña Nieto y el colombiano Juan Manuel Santos.
El 9 de noviembre de 2012, España fue aceptada como estado observador del proyecto de integración regional y Rajoy aprovechará este estatus para acudir a la primera reunión formal de la Alianza del Pacífico, que tendrá lugar a finales de abril o principios de mayo en la ciudad colombiana de Calí.
España ya no tiene el mismo rol de potencia europea que exhibió José María Aznar durante su segundo mandato y José Luis Rodríguez Zapatero en sus primeros cuatro años en la Moncloa. A diferencia de sus antecesores, ya no puede tirar de chequera para sufragar millonarios proyectos de cooperación en todo el continente. Su misión es bastante diferente. Actúa como una especia de garante para las empresas españolas que pujan por las importantes licitaciones de obra pública que saldrán a concurso en estos países emergentes a corto y medio plazo.
«Queremos una relación de igual a igual, de dos direcciones y que proporcione beneficios mutuos», recalcó Rajoy en sendas intervenciones en Lima y Santiago. «Donde haya una oportunidad para las empresas españolas, allí estará el presidente», completó un portavoz del Ejecutivo.
Saludo con Raúl Castro
Rajoy además tuvo la oportunidad de saludar y conversar, aunque con brevedad, con Raúl Castro. El presidente cubano participa por primera vez en un encuentro de estas características, declinó asistir a la XXII Cumbre Iberoamericana que se celebró el pasado noviembre en Cádiz, y se ha convertido en uno de los protagonistas de la reunión en Santiago de Chile.
Sí que habrá contactos entre ambos gobiernos. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y el canciller cubano, Bruno Rodríguez, mantendrán hoy una entrevista. Margalló sí conversó con su homólogo venezolano, Elías Jaua, y aseguró que había transmitido a su interlocutor la preocupación tanto del Rey como del presidente Gobierno por la salud del presidente Hugo Chavez, al que trasladó «nuestros mejores deseos para su restablecimiento».
Lo más relevante desde el punto de vista diplomático es que ambos ministros se han comprometido «a desbloquear» las relaciones al máximo nivel entre ambos países, que llevan dos o tres años paralizadas. El secretario de Estado para Asuntos Iberoamericanos, Jesús Manuel Gracia, se desplazará próximamente a Caracas para comenzar a preparar una visita de José Manuel Soria y Ana Pastor, ministros de Industria y Fomento, a Venezuela, que sería la primera a ese país de miembros del Gobierno de Rajoy.