Messi responde a Cristiano con un 'poker'
El Barça golea a Osasuna sin despeinarse y mantiene los 15 puntos sobre el Madrid
BARCELONAActualizado:A Messi le van los retos importantes. Horas después de que Cristiano Ronaldo firmara un gran ‘hat-trick’ frente al Getafe, el argentino respondió a lo grande con un ‘poker’ de goles ante Osasuna, robándole todos los focos de la jornada.
Lo de Messi hace tiempo que no tiene nombre: tiró cinco veces a puerta e hizo cuatro goles. Efectividad casi perfecta para un goleador que está pulverizando todos los registros. Ante Osasuna hizo el 33º gol del campeonato, una barbaridad que no tiene precedentes. Para dar cuenta de la dimensión de sus cifras, basta un ejemplo: cuando Romario firmó por el Barça, garantizó 30 tantos. Los hizo y cumplió la promesa, pero necesitó una temporada entera. Messi ya lleva 33, los mismos que Ronaldo en su campaña como azulgrana (la del brutal gol en Compostela), aunque solo lleva 21 partidos.
Frente a los navarros superó los 200 goles en liga (lleva 202) y él solo casi ganó el partido. Y es que los hace de todos los colores y formas. El primero fue una obra de arte que debería mostrarse en todas las escuelas de fútbol cuando se enseñe cómo driblar al portero sin tocar la pelota; el segundo fue de penalti, el tercero fue otra muestra de cómo regatear al meta, en este caso hacia la izquierda, y el cuarto fue de listo y goleador, que se mueve como pez en el agua en el área.
Después de un partido de alto voltaje y de exigencia máxima en Copa ante el Málaga, el jueves pasado, y con la mente puesta en la gran batalla de las semifinales ante el Madrid, el miércoles que viene, el Barça se tomó este domingo un respiro y derrotó y goleó con relativa facilidad a Osasuna.
Al partido le faltaron ritmo e intensidad, pero no pegada. Y es que el Barça, en cada llegada, creaba una ocasión clara de peligro. La disposición táctica del equipo rojillo también ayudó a los azulgrana. Mendilibar tiró su defensa muy arriba, para tratar de achicar el juego, pero con francotiradores como Xavi y Busquets, que mueven la pelota con pases de 40 metros que son milimetrados, es casi un suicidio. Sin embargo, los números le avalan al técnico vizcaíno, ya que su equipo solo ha recibido 26 goles y únicamente el Madrid, el Atlético, el Barça y el Málaga han encajado menos goles. Otra historia es el ataque y la poca presencia en posiciones de vanguardia, lo que explica que los navarros estén en puestos de descenso.
Dudas despejadas
La ‘manita’ endosada a los navarros, que despejaba además cualquier atisbo de duda que pudiera existir tras la derrota de hace una semana en Anoeta, permite al conjunto catalán mantener la renta de quince puntos sobre el Real Madrid, o lo que es lo mismo, una distancia de cinco partidos, un colchón enorme. Ni jugadores ni técnicos lanzan las campanas al vuelo en ‘Can Barça’, pero a nadie escapa que con que amarren los partidos de casa ya tienen media liga en el zurrón. Por eso, el tándem Roura-Vilanova evitó que sus jugadores pudieran caer en la relajación ante Osasuna y, aun conscientes de que podían estar pensando en el Madrid, salieron casi con todo. Salvo Iniesta, Cesc y Alba, que descansaron en el banco, el Barça puso en juego un once que dejaba claro que la máxima prioridad es la liga. Además, tres meses después, regresó Villa al equipo titular y el equipo lo agradeció. Sus diagonales permitieron abrir la defensa Navarra.
Ocurrió en el primer tanto. El Barça lanzó en largo, Andrés salió en falso, recogió Xavi, quien se la dio a Messi para que bien pronto pusiera el 1-0. La ventaja relajó al cuadro catalán, que se dejó llevar. Osasuna sorprendió con una buena jugada por la banda derecha que culminó Loe con un gran disparo desde el borde del área. El Barça domina los partidos, pero debería mirárselo, porque los rivales no necesitan mucho para hacerles daño. Fue casi la única jugada de Osasuna en toda la primera parte y acabó en gol.
Con el toque de atención, los blaugranas se espabilaron y trataron de encarrilar de nuevo el partido. Lo hicieron muy pronto, casi cinco minutos después. El árbitro vio mano voluntaria en una acción de Arribas y Messi puso el 2-1. El tanto hizo mucho daño a los rojillos, que veían que con una hora por delante y con uno menos la empresa de puntuar en el Camp Nou se antojaba muy complicada.
Todo lo que vino después ya fue un monólogo azulgrana. Con un Osasuna mermado y la delantera catalana bastante inspirada, era cuestión de tiempo que los goles empezaran a caer. Pedro, tras una buena jugada de Alves (en posición ilegal), poco antes del descanso, y luego Messi, con un doblete en la segunda parte, pusieron el colorín colorado.