Sociedad

Con la música a otra parte

El débil crecimiento del mercado digital, del 4,1%, no contrarresta la caída del sector, que culpa a la piratería de su declive Las ventas de discos sufren un desplome del 77% desde el año 2001

MADRID. Actualizado: Guardar
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La caída de la venta de música grabada no toca fondo. El desplome es tan acusado que el descenso acumulado desde 2001 suma el 77,5%, según datos de Promusicae, entidad que agrupa a la industria discográfíca. Los españoles gastaron el año pasado 141 millones de euros en productos musicales, lo que representa un 5,08% menos que en el ejercicio precedente y el undécimo descalabro consecutivo. Hace doce años, el consumo de música ascendía a 626 millones de euros, una cifra que sextuplica la facturación actual.

Ni siquiera con producciones superventas, comos las que han editado Pablo Alborán o Alejandro Sanz, la industria discográfica salva los muebles. El mercado de la música no está para alharacas. Para el presidente de la organización, Antonio Guisasola, la piratería demuestra que las «descargas ilegales siguen constituyendo un expolio continuado e impune en España». De acuerdo con los productores musicales, la Ley Sinde es inoperante al no contemplar las redes P2P (de intercambio de archivos digitales), mientras que los poderes públicos se comportan con desidia al «despreciar la cultura como tejido industrial».

El panorama descrito por las discográficas es bien sencillo. Las ventas en soportes físicos (CD, sobre todo) retroceden y el crecimiento del mercado digital es tan débil que no compensa el abrupto descenso. El año pasado se vendieron 12 millones de discos físicos, lo que representa una bajada de 7,9% con respecto a 2011, en que se despacharon 13,1 millones. El resurgir del vinilo entre los nostálgicos y coleccionistas es modesto en términos estadísticos. Así, se vendieron 135.000 elepés, lo que significa un 4,3% menos que en el ejercicio anterior, cuando las ventas se cifraron en 141.000 unidades. En contraste, resulta notable el incremento de la venta de sencillos, que pasan de 20.000 a 46.000 ejemplares, lo que supone un crecimiento del 64,3%

La venta de música en soportes físicos se contrajo hasta los 92,8 millones de euros, frente a los 102,2 millones (un 9,2% más) que se habían computado en 2011. Por su parte, la música digital no acaba de despegar por el lastre que suponen las descargas piratas. El mercado digital, aun representando el 34% de las ventas totales, está aún lejos de las magnitudes que se manejan en Estados Unidos, donde el 55% de la música que se adquiere se hace en soporte digital, mediante descargas, suscripciones y melodías para teléfonos móviles. La música en formato digital experimentó un repunte del 4,1%, hasta facturar 46,4 millones.

Con todo, las ofertas en el mercado digital son muy dispares. Subieron de forma espectacular, de 9,5 millones a 18,5 millones, los servicios mensuales de suscripción, como los representados por Spotify Unlimited, Spotify Premium, Deezer y otras prestaciones similares. Por el contrario, descienden las modalidades de 'streaming' financiado con publicidad (Youtube y Spotify Free) y los productos específicamente diseñados para móviles, como los politonos y 'ringbacktonos' (la música que suena mientras el teléfono da tono).

La lectura positiva que se puede hacer de todos estos datos es que se ha amortiguado la caída. En 2011 el desplome fue del 10,7%, el doble que el registrado el año pasado. El presidente de Promusicae observa con «desasosiego» estas cifras. «Internet sigue siendo una anarquía al sur de los Pirineos», argumenta Guisasola, para quien el lento despegue de las descargas legales obedece a la dejadez del Ejecutivo y los poderes públicos, a los que se les «llena la boca con la marca España» pero no hacen nada para proteger a la industria del sector. «Exigimos medidas contundentes, desde ya, que generen optimismo y garantías para poder potenciar todo tipo de nuevos modelos de negocio y difusión de la música a través de las nuevas tecnologías», remacha el dirigente de Promusicae.

Entre las compañías discográficas tradicionales destaca Universal Music, que acapara un 29,3% del mercado, seguida de cerca por Sony con un 26,6% y, en tercer lugar EMI, con un 16,4%. A diferencia del cine, la música española sigue gozando de tirón. Pablo Alborán ha colocado tres discos en el primer, segundo y quinto puesto de la lista de los más vendidos, seguido por Alejandro Sanz y Adele.