Mas sopesa hacer la consulta al mismo tiempo que la de Escocia
Rajoy desdeña la declaración de soberanía del Parlamento catalán porque «no sirve para nada»
BARCELONA / LIMA.Actualizado:Después de la aprobación de la declaración de soberanía por parte del Parlament, el Gobierno catalán piensa ya en los detalles de la consulta. El tiempo apremia, porque la hoja de ruta pactada entre CiU y ERC obliga a correr, de ahí que el Ejecutivo catalán empieza a pensar en Escocia.
La Generalitat quiere hacer coincidir el referéndum catalán con el de Escocia, en otoño de 2014, o bien con las elecciones europeas, en junio del mismo año. 2014 es el año acordado con Esquerra por razones sentimentales, se cumple el tercer centenario del sitio de Barcelona en 1714 durante la guerra de la Sucesión española, y políticas, la administración catalana quiere aprovechar el eco internacional que provocará la cita escocesa para ganar complicidades en el ámbito europeo.
En el caso, muy probable, de que al Govern se le agote la vía del entendimiento con el Gobierno central, la Generalitat buscará el amparo internacional para dar cobertura legal a su referéndum. La consulta, de todas maneras, no es aconsejable que se celebre después de la que convocará Edimburgo, fijada para octubre de 2014, porque el previsible 'no' de los escoceses en el referéndum podría tener impacto negativo en la oleada independentista de Cataluña y restar número de votantes.
Pero hay un dato muy relevante de 2014 que a Mas no le acaba de convencer y es que el próximo año el PP seguirá gobernando con mayoría absoluta. «Hemos de reflexionar si nos conviene hacer la consulta con la mayoría absoluta del PP. Durante este año lo valoraremos», dijo el presidente catalán el miércoles por la noche.
Las próximas generales se celebrarán, si no hay adelanto, en 2015. Mas tiene mandato hasta 2016 y si Rajoy no revalida la mayoría absoluta puede que sus negativas a las reivindicaciones catalanas ya no sean tan contundentes.
Atenta contra la Constitución
Pero no parece que vaya a ser así. Rajoy, desde Lima, donde se reunió con el presidente peruano, Ollanta Humala, advirtió de que la declaración de soberanía aprobada por el Parlamento de Cataluña «no sirve para nada». El jefe del Ejecutivo fue rotundo y aseveró que el texto pactado por CiU, Esquerra, Iniciativa y un diputado de la CUP «atenta contra el espíritu de la Constitución».
Señaló que si Mas mantiene sus planes de convocar la consulta, el Gobierno central «aplicará la ley» porque es su «obligación». El Ejecutivo, como primera medida, recurrirá la convocatoria del referéndum al Tribunal Constitucional que ordenaría la paralización del proceso.
El Gobierno de Mas, entretanto, empieza a dar casi por imposible que el referéndum tenga consecuencias jurídicas. El Ejecutivo catalán rebajó ayer el alcance de la consulta y admitió que no será vinculante, en palabras del portavoz y consejero de la Presidencia, Francesc Homs.
Dando casi descartado que el Gobierno central se avenga a negociar la consulta, el mecanismo legal que contempla la Generalitat para poder celebrar el referéndum es aplicar el artículo 122 del 'Estatut', validado por el Constitucional, que otorga a la Generalitat la «competencia exclusiva» de convocatoria de «consultas no refrendarias» en el ámbito de sus atribuciones. A partir de este artículo, el Parlamento catalán aprobará una ley de consultas.
En principio, según el portavoz, podrán votar los catalanes mayores de 16 años y no se utilizará el censo, sino el padrón municipal. La rebaja de edad no es inocua ya que en la franja de 16 a 18 años el sentimiento soberanista está muy arraigado.
En cualquier caso, el presidente de la Generalitat quiere agotar todas las posibilidades y tiene previsto ir próximamente a la Moncloa para reunirse con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para tratar de «acordar la celebración de una consulta», según anunció Homs. Antes acudirá a la Zarzuela, en una cita con el Rey que es protocolaria por la investidura de Mas, aunque el contexto político rodea la cita de mucho morbo. Quienes podrían verse este fin de semana son Rajoy y Josep Antoni Duran Lleida, que coincidirán en Chile en una cumbre de países europeos y latinoamericanos.
Duran, precisamente, recibió ayer el apoyo de Mas. El presidente del Govern anunció que en la próxima ejecutiva de Convergència expresará su confianza en el líder de Unió y subrayará que «no es un estorbo» para CiU. Con este guiño al número dos de la coalición, Mas dio por zanjada la guerra con Unió, una «calentura», dijo, que Duran también dio por cerrada, aunque admitió que el peligro de ruptura de la federación fue real.