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David Cameron bebe agua antes de iniciar su esperado discurso ayer en Londres. :: SUZANNE PLUNKETT / REUTERS
MUNDO

Cameron promete un referéndum sobre la UE para calmar a los euroescépticos

El mandatario británico quiere negociar un «nuevo acuerdo» con Bruselas antes de la consulta, que se celebraría en 2017

ÍÑIGO GURRUCHAGA CORRESPONSAL
LONDRES.Actualizado:

David Cameron prometió ayer la celebración de un referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea si su Partido Conservador gana las elecciones y forma Gobierno en 2015. La consulta, con la que el primer ministro británico quiere «resolver la cuestión europea en la política británica», se celebraría en 2017 o 2018 tras una negociación con los otros Estados miembros sobre una nueva estructura de relaciones entre Londres y Bruselas. Los pasos y el calendario anunciado por Cameron son concretos. Un proyecto de ley será elaborado antes de las próximas elecciones, que han de celebrarse el 7 de mayo de 2015. El programa electoral de los conservadores incluirá la promesa de la consulta, que será sobre 'in/out' (dentro o fuera) de la UE; la ley se aprobaría en el primer año del nuevo Parlamento y el referéndum se celebraría en la primera mitad del mandato de cinco años.

Pero antes de convocar la consulta popular, que es deseada por el 70% de la población británica según sondeos, el líder conservador quiere negociar un «nuevo acuerdo» con la UE en el que se contemple la repatriación de competencias en las políticas «sociales, laborales y de medio ambiente». Cameron rehusó ayer repetidamente señalar un aspecto de la negociación que, en el caso de no lograr su objetivo, le llevaría a proponer el abandono de la UE.

El Gobierno británico quiere encajar su negociación en los cambios de la Unión forzados por la crisis económica, que hacen pensar a los líderes europeos que, en 2014 o 2015, habrá un nuevo tratado que estipule las nuevas instituciones de la unión monetaria y las relaciones con los países que no forman parte de ella. Al mismo tiempo, Londres ha iniciado una revisión del mapa general de competencias repartidas entre Reino Unido y la UE, que ordenará la negociación.

La precisión del compromiso de Cameron para convocar la consulta y la ambigüedad sobre los nuevos términos que desea en la relación con la UE abonaron los ataques de la oposición laborista, que achacó al primer ministro cambiar su política europea para apaciguar a su partido. Su líder, Ed Miliband, recordó al primer ministro que el 25 de octubre de 2011 ambos votaron contra una moción parlamentaria en favor de un referéndum sobre la UE, que fue sin embargo respaldada por 81 rebeldes entre los 304 diputados conservadores.

Salvar al Gobierno

Desde entonces Downing Street ha prometido un gran discurso que aclararía la dirección del Gobierno, mientras la coalición entre conservadores y liberales se agrietaba por el rechazo de éstos a favorecer cambios en el mapa de las circunscripciones electorales, que beneficiarían a los 'tories' en 2015, y que es la revancha liberal por lo que percibieron como sucia campaña de sus socios en el referéndum de 2011 sobre un nuevo sistema electoral y por otras afrentas.

Cameron puede encarar el final de su mandato en minoría, dependiendo de la agraviada facción euroescéptica en sus escaños. Debía pronunciar ya su aplazado discurso. Lo leyó finalmente en la mañana de ayer, en el auditorio que tiene en la City financiera de Londres la agencia de noticias bursátiles y el canal de televisión Bloomberg. David Lidington, viceministro para Europa, destacó después a los embajadores en la capital británica que Cameron había subrayado su compromiso personal con la pertenencia a la UE. Esa posición es compartida por los líderes de todos los partidos con escaños en la Cámara de los Comunes. Pero un sondeo de ICM realizado en diciembre para el diario 'The Guardian' recogía que el 36% de los británicos votaría con seguridad por la marcha y que el 15% probablemente lo haría.