Las novias de Chanel
Karl Lagerfeld cierra su desfile en París con un alegato al matrimonio gay que tanto debate genera estos días en Francia
Actualizado:Es muy probable que Kudson Kroegnin jamás se haya detenido a pensar qué es eso del matrimonio homosexual, por qué lo tienen que aprobar o por qué lo han de prohibir. Vive aún en el mundo mágico de la inocencia. Pero Kudson es hoy noticia de periódico porque ayer pisó con fuerza la pasarela de París. Cerró el desfile de Chanel, de la mano de una novia a la que acompañaba otra novia. Dos mujeres vestidas de blanco, un apoyo explícito de Karl Lagerfeld a la unión entre dos mujeres; la de entre hombre y hombre no está tan clara.
Y Kudson, de 4 años, fue el elegido por ser el ahijado del diseñador que año tras año, y ya suman treinta, ha mantenido con vida el espíritu de Coco Chanel sin caer en la reiteración. Y ayer lo volvió a hacer. Envolvió su colección en un bosque encantado por el que desfilaron las modelos, todas ellas tocadas con pequeños sombreros de plumas. Remarcó Karl Lagerfeld los ojos de sus maniquís de negro profundo e ideó un arcoiris, que nadie vio pero a todos llegó, para decir sí al matrimonio entre dos mujeres.
Allí, en París, en Francia, nuestros vecinos, que presumen sin tapujos de vivir en un país liberal, los homosexuales se están encontrando con no pocas trabas sociales para poder sellar su amor con quien les dé la gana. Y no por falta de empuje de Hollande, que ha iniciado ahora la línea que Zapatero marcó en 2005 para bendecir a gais y lesbianas.
Lagerfeld se unió con esas dos novias y el niño, todos cogidos de la mano, a ese sí. Un sí que tuvo quizá más eco del que el diseñador alemán se había imaginado. «¡Ay, si Coco levantara la cabeza!», debió de decirse alguna de sus fieles clientas. Pues puede que hubiera provocado un fuerte aplauso. Se ha dicho de ella, en biografías no autorizadas, que fue lesbiana, también bisexual... Ayer Karl Lagerfeld, que ya va camino de cumplir los ochenta, habló por ella. ¿Por qué no abrir su atelier a mujeres que anhelan casarse con mujeres?
¿Hombre y hombre?
Que Lagerfeld está a favor del matrimonio entre mujeres no es ningún secreto. Quizá la pregunta que ayer quedó sin respuesta es si ha variado su opinión entre la unión entre un hombre y otro hombre. Hace un par de años, en la revista 'Vinci', a preguntas del cineasta Bruce LaBruce, ponía sus pegas. «Lo que sí veo más es a lesbianas casadas con hijos», comentaba el diseñador en una entrevista en la que Lagerfeld también se desmarcaba con un «prefiero a los prostitutos de lujo para tener sexo». La explicación, «que no quiero hacerlo con las personas a las que amo, porque el sexo no puede durar, el cariño sí». Pero esa es otra historia, como tantas de este hombre que oculta su mirada tras esas gafas negras que son tan sello de su identidad como las colecciones que firma.
Hay quien se pregunta cómo un hombre que no abandona el negro, que viste igual o parecido ayer, hoy y mañana, es capaz de disponer de esa paleta de color y barroquismo a la hora de crear. Ayer, en la galería del Grand Palais, techada con una inmensa cúpula de cristal, mostró vestidos cortos y largos, flores, muchas flores; vestidos vaporosos, cortes geométricos, ricas telas... Y todo ello completó una colección que pasará a la historia por ese cierre de dos mujeres vestidas de novia cogidas de la mano. Y por la irrupción en París de Kudson y su mundo aún inocente.