Los retos de Guardiola
En el Bayern debe demostrar que es el mejor y que su idea puede llevarla a otro fútbol. Tendrá que cambiar la mentalidad individualista de algunos jugadores y dominar el alemán para dirigir los entrenamientos en ese idioma, tal y como lo han hecho todos sus antecesores
MADRIDActualizado:Su estilo en el Barcelona ha sido inconfundible porque las ideas de Pep Guardiola son dogmas, principios irrenunciables. El gol siempre es el objetivo y el balón, el arma principal para hacer frente al equipo que se tenga en frente. La posesión como fundamento. Ataque, toque y presión inmediata en campo contrario como la mejor defensa. Durante sus cuatro años como técnico del Barcelona ganó el porcentaje de posesión de balón en todos los partidos, unos datos sin precedentes que deja claro el concepto de fútbol que quiere el catalán.
Las expectativas en Alemania son tremendas desde que se hizo oficial su fichaje por el Bayern de Múnich para la próxima temporada y ahí reside el mayor reto de Guardiola. Los 14 títulos obtenidos con el conjunto azulgrana serán una carga importante. Su primer año fue arrasador y su recete parecía perfecta, hasta que algunos idearon el 'cerrojazo'. Un plan 'anti Barça' para evitar la gloria absoluta.
En Alemania debe demostrar que es el mejor y que su idea puede llevarla a otro fútbol. El Bayern es muy distinto al Barcelona y, por muy buena que sea su plantilla, difícilmente podrá jugar el mismo fútbol que practicaba en la Ciudad Condal. Las ideas no pueden llevarse a cabo con éxito sin los jugadores adecuados. Xavi, Busquets, Piqué, Iniesta, Messi y, al final, Cesc, eran los hombres perfectos para la idea de Guardiola. Todos ellos criados en La Masía, cantera azulgrana. Un ejemplo único que Pep conocía a la perfección. En el Bayern solo seis de los 25 jugadores de la plantilla provienen de las categorías inferiores.
Los éxitos del pasado no sirven
Oliver Kahn, exguardameta alemán, en un artículo publicado por el diario "Bild", se mostró convencido de que Guardiola será lo suficientemente inteligente para no intentar traspasar al Bayern sin modificaciones lo que hizo en el Barcelona. Felix Magath, exentrenador del Bayern, está entre los pocos escépticos y ha dicho que no se puede esperar que el éxito de Guardiola sea automático y que tendrá que adaptarse a la Bundesliga y a las particularidades del Bayern.
Magath sabe que los éxitos del pasado no sirven mucho en Múnich, puesto que fue destituido fulminantemente en su tercera temporada, tras ganar el doblete en las dos primeras.
Las expectativas pueden aumentar de manera desmedida, de acuerdo a como se desarrolle la segunda parte de la temporada. El título de la Bundesliga parece claro para el Bayern de Heynckes, tras dos temporadas consecutivas sin títulos. Además, el Bayern sigue vivo en la Copa y en la Liga de Campeones. Magath es de los que advierte que si Heynckes gana tres títulos la exigencia con la que se encontrará Guardiola será todavía mayor. Lo mínimo que se esperará, sin embargo, es que domine la Bundesliga como ha venido dominándola Heynckes.
La comunicación, clave
Entre los retos que se encontrará estará sin duda el alemán, que se espera que domine lo suficiente para dirigir los entrenamientos en ese idioma que se espera que, como lo han hecho todos sus antecesores, determine como lengua de trabajo en el club bávaro. La plataforma digital "Liga Total" señala, en un artículo difundido hoy, que para Guardiola es clave la comunicación, lo que hace del dominio del alemán algo todavía más importante.
Los últimos dos entrenadores extranjeros que pasaron por el Bayern, el holandés Louis van Gaal y el italiano Giovanni Trapattoni, se comunicaban en alemán con los jugadores y con la prensa, aunque el primero con menos problemas gramaticales que el segundo. Incluso al hablar en público con sus asistentes holandeses, Van Gaal usaba el alemán.
Sus figuras piensan como figuras
A todo esto, se agrega la diferencia de jugadores que tendrá a su disposición, muy distintos a los que disponía en el Barça. Ribery y Robben pocas veces miran al compañero que tienen al lado para elaborar la jugada colectiva mientras que Mario Gómez y Madzukic son buenos goleadores pero con escasa incidencia en el juego, lo contrario al puesto que ocupa Leo Messi. Piensan como individuos más que como equipo.
En el centro del campo se suma calidad y físico con Muller, Schweinsteige, Javi Martínez o Kroos, pero cualquiera de ellos está lejos del estilo de toque impuesto por los 'cerebros' del Barça.
Van Gaal se quejó con frecuencia del 'ego' de algunos de sus jugadores, con la que pocos entrenadores han podido en Múnich. A Magath no le ayudaron dos dobletes, a Van Gaal tampoco el doblete de su primera temporada. Rehagel o Klinsmann no terminaron su primera temporada porque los éxitos no llegaron de inmediato. La excepción es Ottmar Hitzfeld, que terminó siendo dentro del club un símbolo con prácticamente la misma reputación que Hoeness o Beckenbauer.