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BALONMANO | MUNDIAL

A cuartos por la puerta grande

España, con una gran defensa y su contraataque, sentencia a Serbia en la primera mitad y se jugará el pase a semifinales ante Alemania

AGENCIAS
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Los ‘Hispanos’ no defraudan. Pasaron por encima de la actual subcampeona de Europa, Serbia. La receta para conseguir el pase a cuartos, donde ya espera el combinado alemán, fue muy simple. La defensa española maniató a la primera línea balcánica en el primer tiempo. Eso le permitió contragolpear y hacerse con una renta que llegó hasta los nueve tantos. En el segundo tiempo, Serbia echó mano de su repertorio para intentar sacar a los ‘Hispanos’ del choque. España entonces perdió el norte y se atascó peligrosamente en ataque. Pero Albert Rocas, uno de los mejores finalizadores del balonmano mundial, regresó a la pista para recuperar una renta que bajó hasta los seis goles. El extremo zurdo, declarado mejor jugador del partido, se convirtió en una pesadilla. La renta máxima de los españoles fue con la que terminó el partido, 11 goles (20-31).

España comenzó con algunos nervios y algunos errores propios de la situación. Los ‘Hispanos’ juegan en casa y no quieren defraudar a sus seguidores. La igualdad se mantuvo durante los ocho primeros minutos. España asentó su defensa y comenzó a correr. La doble exclusión de los balcánicos Nenadic y Prodanovic dio alas a España, que ganaba por cuatro (3-7) en el minuto 12. El trabajo atrás amargaba la vida a los Ilic y compañía. Y eso permitió correr. El contragolpe español hacía daño a un Stanic que se fue diluyendo. Soberbia una doble parada del meta serbio en un contraataque apoyado español.

España pasó por un momento crítico cuando no se había llegado al ecuador de la primer mitad. Viran Morros veía una rigurosa cartulina roja. Se encendían las alarmas. Los ‘Hispanos’ perdían a su pilar defensivo. Pero las huestes de Valero Rivera encajaron el golpe con determinación. Gedeón Guardiola tomó el relevo, y de qué manera. La defensa mantuvo su gran nivel de antes de la expulsión y generó dos contraataques seguidos que llevaron a los de Valero Rivera a colocarse a cinco de los serbios (4-9, min. 15).

Serbia se fue estancando en ataque. Vukovic mandó una defensa mixta sobre Sarmiento, lo que permitió que España tuviese más huecos y Aguinagalde comenzase a hacer daño en los seis metros. No funcionó y Serbia regresó a su 6-0. Entonces apareció un estelar Sarmiento, que comenzó a acertar con la portería rival. El canario anotó cinco dianas al descanso, con un 100% de efectividad.

La sangría prosiguió y la renta española aumentó con el paso de los minutos. La diferencia llegó hasta los nueve goles (11-20, min. 30), aunque el ‘exasobal’ Nikcevic la acortó en una gran acción del extremo en los instantes finales del primer tiempo (12-20).

Problemas

El inicio de la segunda mitad no fue bueno para los intereses españoles. Aparecieron las triquiñuelas balcánicas y los españoles perdieron algo el norte. Es verdad que el nivel defensivo mantuvo el tipo, sobre todo porque Sterbik mejoró su flojo rendimiento de la primera parte. Los problemas vinieron en ataque, donde los ‘Hispanos’ se desactivaron peligrosamente. La renta era amplia y eso permitió que España no viese peligrar el resultado. Albert Rocas regresó a la pista y la tímida reacción serbia se cortó en seco. El extremo anotó tres tantos de manera consecutiva y España recuperó una diferencia de nueve goles (17-26, min. 50).

Serbia siguió a lo suyo. Su dura defensa pagó el tributo de la expulsión de Marsenic, cuyo manotazo dejó ensangrentada la nariz de Montoro (min. 52). Ya no hubo mucha más historia en un partido en el que España presentó credenciales como equipo favorito a todo. Destacar que Valero Rivera dio los últimos minutos a Sierra y el ex del Cuatro Rayas Valladolid devolvió la confianza deteniendo un siete metros nada menos que al cañonero Vujin. El 20-31 final lo dice todo.

Todavía quedan tres finales y no son horas de triunfalismos estériles. El camino es el mostrado en Zaragoza. Eso sí. España entra en cuartos de final por la puerta grande.