«Le diré a Rajoy que quiero revisar el estatus del autogobierno vasco»

Iñigo Urkullu, siempre metódico, ha preferido esperar a que se cumpliera un mes desde la toma de posesión de sus consejeros para conceder sus primeras entrevistas en prensa escrita. Treinta días después de esa puesta de largo, el lehendakari debe afrontar ya críticas sobre la supuesta inacción de su Gobierno, que acepta como parte del «guion».

-¿Diría que gobernar es más difícil de lo que parece?

-No. No es una respuesta fácil... Lo que hace falta en mi caso es trascender de un perfil de partido a una responsabilidad institucional.

-¿Le ha resultado brusco ese cambio de rol?

-No. No me está costando interpretar que soy el lehendakari también de quienes no me han votado, nacionalistas y no nacionalistas.

-Pero, por ejemplo, usted reprochó duramente a su predecesor que se endeudara y ahora ha autorizado una emisión de deuda pública de 220 millones de euros. ¿Se lo pensaría dos veces ahora antes de criticar según qué cosas?

-No. Quiero ser sincero. Seguiría criticándolo como lo hice en el pasado y supongo que el PNV también. El Gobierno vasco anterior multiplicó por diez la deuda y además para gasto corriente. Y yo lo que hago es llevar a cabo una operación que estaba pensada por el Ejecutivo anterior y cumplir con el objetivo de déficit del 0,7%, que supone unos 480 millones frente a los 220 de esta operación, cuyo destino será además la inversión. Esta legislatura no vamos a multiplicar ni por dos la deuda que nos hemos encontrado.

-¿Se ha arrepentido en algún momento de haberse aventurado a gobernar en solitario?

-Es que no estaba en manos solo del PNV, sino del resto de las fuerzas de la oposición. En esa ronda de conversaciones EH Bildu marcó el terreno diciendo que no era posible un gobierno de coalición y fijó la principal discrepancia en el modelo socioeconómico. El PSE, y eso lo viví en primera persona, pudo decir públicamente que habíamos decidido de antemano gobernar en solitario, pero no es cierto porque ofrecimos ejes de diálogo. Lo que pasa es que ellos plantearon una exclusividad en la relación, que no invitaba a pensar en una coalición con garantía.

-¿La política penitenciaria será cuestión prioritaria en su reunión del próximo 30 de enero con Mariano Rajoy?

-No hay cuestiones prioritarias, hay cuestiones urgentes. Le quiero exponer lo que afecta a los objetivos de reactivación económica, las herramientas de autogobierno de las que podamos disponer en virtud del Estatuto incumplido, donde también entra la política penitenciaria, cuya transferencia reclamaré. Quiero insistirle en la consolidación del escenario de paz y convivencia normalizada en representación del Parlamento vasco.

-¿Le va a poner sobre la mesa su propuesta de nuevo estatus?

- Le expondré lo que he dicho en el programa electoral y en el debate de investidura, que quiero alcanzar acuerdos, también para la revisión del estatus de autogobierno.

-¿Espera alguna receptividad en ese tema?

-Bueno, es una primera reunión, y por lo tanto será protocolaria, pero espero que tenga también contenido y poder abordar una demanda que no es solo de los vascos y catalanes, sino del propio PSOE, cuando aboga por un modelo de Estado diferente, con el encaje deseado de los hechos nacionales. Espero que Rajoy sea consciente de la demanda.

-¿Y espera algún gesto con los presos?

-No me limito cuando pido una política penitenciaria más flexible a los presos que llaman políticos y que para mí no lo son, sino a toda la población reclusa. Hay personas que sufren la dispersión y no pertenecen a ese mundo, y personas que habiendo reconocido el daño causado no gozan aún de beneficios penitenciarios. Una política penitenciaria diferente puede ayudar a hacer pedagogía social sobre la reinserción.