La lacra de Japón empieza a curarse
El último balance de suicidios en el país es el más bajo de los últimos quince años
MADRIDActualizado:“Tu vida es valiosa y te ha sido otorgada por tus padres. Por favor, piensa en ellos, en tus hermanos e hijos. Por favor, busca ayuda y no atravieses este lugar solo”. Este es el cartel de bienvenida de, probablemente, el bosque más espantoso del mundo. Y no es por falta de belleza natural, ya que se encuentra en la falda del monte Fuji y su vegetación, compuesta por un inmensidad de árboles, se asienta sobre suelo volcánico.
El bosque Aokigahara, también conocido como 'Mar de árboles', es el lugar de Japón favorito para los suicidas. Su leyenda negra se remonta a la época feudal del siglo XIX, cuando las familias humildes que no podían mantener a todos sus miembros abandonaban a su suerte a ancianos y niños. Sin embargo, uno de los principales responsables de esta macabra tendencia es el escritor Seicho Matsumoto que, en su libro 'Nami no Tou' (1960), relataba cómo la pareja protagonista de enamorados se suicidaba en el bosque. Años más tarde, en 1993, otro libro acabó de publicitar el fatal lugar: 'El completo manual del suicidio', de Wataru Tsurumi, quien situaba al bosque Aokigahara en el número uno del ránking de lugares perfectos para tal fin.
Las 3.000 hectáreas de vegetación están acordonadas por cinta policial y muchos senderos cortados al paso, ya que alrededor de un centenar de cuerpos se encuentran cada año entre los troncos de los árboles. Anualmente unos 300 bomberos y policías peinan el bosque para recoger los restos de los suicidas y diariamente una patrulla intenta evitar que presuntos suicidas entren en la zona.
Un 9,4% menos
Este esfuerzo se extrapola al resto del país y después de quince años de prevención, campañas y subsidios para ayuda psicológica por parte del gobierno nipón, la cifra de suicidios ha descendido. En 2012, 27.766 japoneses se quitaron la vida, un 9,4% menos que el año anterior, según la Agencia Nacional de Policía del país. El dato se queda por debajo de la cota de los 30.000 por primera vez desde 1998. La agencia recordó que a pesar de las buenas noticias todavía hay mucho trabajo por hacer, ya que “el nivel es todavía elevado”.
Japón es uno de los países con mayor tasa de suicidios. Entre las causas más importantes destaca el estrés por el trabajo, que supone el desencadenante de casi la mitad de ellos. A raíz de la crisis económica mundial, el desempleo es otro de los factores que gana cada vez más fuerza, ya que en el país asiático una persona que pierde su empleo, pierde a la vez la seguridad social y la vivienda, que normalmente es proporcionada por la empresa que ofrece el trabajo. Entre los niños y adolescentes, el acoso escolar es el principal origen de los suicidios.
El honor de darse muerte
En una sociedad como la nipona, esta práctica no conlleva un estigma social como sí tiene en occidente. Esto es debido a la influencia del budismo, que considera el suicidio como un pasaje a otra existencia. En la historia antigua y reciente del país, su presencia es notable. El 'seppuku', conocido fuera de las fronteras niponas como 'harakiri', era un ritual ceremonioso para quitarse la vida que realizaban los samuráis deseosos de irse con honor. En la mitad del siglo pasado, los 'kamikazes' japoneses de la Segunda Guerra Mundial impactaron a la comunidad internacional dando su vida por la gloria militar.
Es una lacra bien arraigada en un país que tiene a la alienación creciente de la sociedad del siglo XXI como su mejor caldo de cultivo. Pero el esfuerzo y trabajo del pueblo nipón pueden con todo, incluso con la difícil tarea de reducir el número de damnificados por su mayor epidemia.