España y Francia recelan del aspirante holandés al Eurogrupo
Exigen al ministro Dijsselbloem, respaldado por Alemania, que detalle su programa antes de decidir si le apoyan
BRUSELAS. Actualizado: GuardarEspaña y Francia aguardarán hasta el último segundo para decidir si respaldan al ministro de Finanzas holandés, Jeroen Dijsselbloem, como nuevo presidente del Eurogrupo. Pese a que Alemania, Finlandia y Luxemburgo mostraron ayer su apoyo al titular de Países Bajos, París y Madrid no desvelarán su postura hasta el próximo lunes. Entonces, el órgano que aglutina a los responsables económicos de los 17 miembros de la moneda única se reunirá para elegir al sustituto de Jean-Claude Juncker. Dijsselbloem se presenta en solitario al cargo, pero la tradicional dureza de su país en materia de déficit y reformas ha levantado muchas suspicacias.
El ministro de Finanzas francés, Pierre Moscovi, dejó caer el jueves que la designación de su homólogo holandés podría complicarse. El responsable galo criticó la opacidad del proceso para elegir al sucesor de Juncker y pidió a Dijsselbloem que presentara en la cita del lunes su «visión» sobre el rumbo que debe seguir la zona euro. Ayer, España se sumó a estas reticencias y anunció que no decidirá si respalda al candidato hasta escuchar su programa. Pese a que Dijsselbloem pertenece al Partido Laborista, tanto Madrid como París recelan de su pedigrí nacional. Férreo defensor de la austeridad, Países Bajos conforma junto a Alemania y Finlandia el triunvirato de socios más exigentes con las cuentas públicas.
El titular holandés, que en las últimas semanas se ha reunido con buena parte de sus colegas del Eurogrupo, cerró ayer su gira europea con un encuentro con Juncker en Luxemburgo. Allí, el todavía presidente del club de la moneda única le mostró su apoyo, un gesto que también repitieron Alemania, Finlandia y Eslovaquia. Dijsselbloem prometió a España y Francia que el lunes presentará «con mucho gusto» el contenido de su programa. Curiosamente, el candidato podría acceder a uno de los puestos clave de la UE apenas tres meses después de ser nombrado ministro de Finanzas, el primer cargo de envergadura que ocupa en su carrera política.
Pese a las dudas de Madrid y París, todo hace pensar que Dijsselbloem será designado finalmente. Su perfil es difícilmente batible porque es laborista, lo que favorece a Francia, y pertenece a uno de los países con la envidiada triple A, una cuestión capital para Alemania. En cualquier caso, las advertencias franco-españolas pueden interpretarse como un toque de atención para que no se exceda con la rigurosidad.
Inyecciones a la banca
Si al final es elegido, Dijsselbloem se estrenará con una reunión complicada, pero mucho más sosegada que las de 2012 gracias a la creciente estabilidad en los mercados. Con las aguas más tranquilas, los Diecisiete intentarán desarrollar algunas de las ambiciosas decisiones tomadas el año pasado. Una de ellas es la recapitalización directa de la banca a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede), el fondo de rescate conjunto dotado con medio billón de euros. Esta medida beneficiaría especialmente a España porque le evitaría cargar en su ratio de deuda con el peso del rescate bancario.
A diferencia de otros encuentros, España no será uno de los protagonistas de la cita ministerial. Apenas se espera un breve debate sobre la marcha del rescate bancario que servirá para autorizar el desembolso del segundo tramo de 1.865 millones. Ese dinero, que se transferirá a primeros de febrero, apuntalará a cuatro entidades que no podía obtener los fondos en los mercados. Se trata de Banco Mare Nostrum, Banco Ceiss, Liberbank y Caja3. «La situación en España sigue siendo un desafío, pero podemos estar satisfechos de cómo se desarrolla el programa de asistencia», subrayó un alto funcionario europeo.