Sangriento asalto en Argelia
El bombardeo de la instalación tomada por los yihadistas mata a un número indeterminado de rehenes
Actualizado:Las autoridades argelinas no esperaron. Antes de que se cumplieran las primeras 24 horas del secuestro múltiple en una planta de gas del sureste del país lanzaron una operación de rescate que acabó con un número indeterminado de rehenes muertos y con la «liberación de 600 argelinos y cuatro» de los occidentales retenidos por un grupo vinculado con Al-Qaida del Magreb Islámico (AQMI), según la agencia argelina APS. El balance final seguía siendo anoche una incógnita, pero las cifras no oficiales oscilan desde los seis rehenes muertos de los que habla Reuters, citando fuentes locales, hasta los 34 a los que se refiere la agencia Nouakchott Information, a los que habría que sumar los dos fallecidos durante el ataque yihadista la mañana del miércoles.
Los secuestradores confesaron a esta agencia mauritana haber perdido también a 15 compañeros, entre ellos el jefe del comando, Abu al-Baraa, en «el bombardeo» de las fuerzas argelinas, que atacaron «desde helicópteros y vehículos». Otros siete rehenes occidentales -tres belgas, dos estadounidenses, un japonés y un británico- sobrevivieron al ataque del Ejército, señalaron los captores a última hora de la tarde. El ministro de Comunicación argelino, Mohamed Said, declaró concluida anoche la operación militar para liberar a los rehenes que permanecían cautivos y aseguró que «un número importante de terroristas ha sido neutralizado».
La confusión domina esta supuesta y sangrienta operación de rescate de la que de manera sorpresiva, y cuando empezaron a filtrarse las cifras de rehenes muertos, aseguraron no haber tenido aviso previo países como Francia o Reino Unido, dos de los más implicados en la ofensiva contra los islamistas en Malí. El presidente francés, François Hollande, aseguró disponer tan sólo de «información contradictoria». Y algo similar le habría ocurrido a David Cameron, quien, según un portavoz, se enteró del asalto a través de la televisión y poco después recibió una llamada de su homónimo en Argel, Abdelmalek Sellal. «Los argelinos no solicitaron ayuda», aseguraron desde la oficina del premier inglés.
El grupo 'Los firmantes de sangre', liderado por el 'emir del desierto' Mojtar Belmojtar, veterano de Afganistán con larga trayectoria en la región como cabecilla de AQMI, pretendía detener la ofensiva francesa en Malí con este secuestro múltiple lanzado contra una planta de gas en In Amenas, 1.300 kilómetros al sureste de la capital, pero no logró su objetivo y un día más los aviones galos siguieron con los bombardeos. El ministro de Interior argelino, Daho Ould Kablia, confirmó ayer que la mano de Belmojtar está detrás de esta acción que ha servido para mostrar a Occidente la operatividad de la insurgencia islamista.
«Nos están tratando bien»
Expertos en secuestros, los yihadistas permitieron a varios rehenes hablar por teléfono con sus familias y medios de comunicación para intentar presionar a las autoridades. «Nos están tratando bien, pero el Ejército argelino no se ha retirado y están disparando contra la planta», aseguró un rehén británico a Al-Yasira en una llamada en la que pidió «negociación con Belmojtar para salvar muchas vidas».
Menos de una semana después de iniciar la operación en Malí, la comunidad internacional se encuentra con el primer órdago islamista sobre la mesa en forma de secuestro múltiple. «Entrar en una negociación entrañaba bastantes inconvenientes debido al contexto. Si abres un diálogo es un triunfo para el enemigo y envías una señal de debilidad al entorno. Si cedes una vez y tan pronto, abres el camino a nuevos secuestros», opina el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid Luis de la Corte.
Para este experto en temas de defensa, «las autoridades de Argel han podido actuar de forma autónoma para intentar marcar su territorio respecto a los países que intervienen en Malí, tienen experiencia en temas de secuestros».
In Amenas está explotado por la británica BP, la noruega Statoil y la empresa argelina Sonatrach. El secuestro ha provocado que se refuercen las medidas de seguridad en las plantas de toda la región y mientras empresas como Repsol indicaron a EP que el grupo está desarrollando con normalidad su actividad en las instalaciones en las que opera, otras como Cepsa ha evacuado de forma preventiva a su personal en el bloque de exploración de hidrocarburos que explota en Argelia.