«No quiero ponerme sentimental»

Dijo que no quería ponerse sentimental e hizo todo lo contrario. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, pronunció un discurso en la firma del convenio para el Fondo Social de Viviendas que llegó a ser excesivo. Su insistencia en «ponerse en la piel» de los desahuciados la llevó a decir que el desahucio «nos puede pasar a cualquiera» -lo que provocó alguna risas- y que «todas las mañanas» piensa en lo «triste» de la situación. La vicepresidenta del Gobierno declaró que ninguna otra medida la «congratulaba» más porque era de justicia dar una segunda oportunidad. Sáenz de Santamaría anunció que controlará el proceso mes a mes para que todas las viviendas «tengan un nombre y un apellido», porque «esas llaves son la puerta de la esperanza». Al menos admitió que se discuta si las medidas aprobadas por el Gobierno para evitar los desahucios son suficientes.