Tropas galas luchan ya en suelo de Malí
Los efectivos terrestres intentan recuperar Diabaly, la última ciudad tomada por los islamistas y que abrió el frente occidental
Actualizado:Las tropas francesas han abierto fuego en Diabaly, la población ocupada por los yihadistas el pasado lunes y que ha abierto un nuevo frente bélico en el oeste de Malí. Medio centenar de blindados llegados de Costa de Marfil protagonizan la contraofensiva para recuperar esta ciudad, situada a unos 400 kilómetros de la capital Bamako. «Las fuerzas especialistas se encuentran luchando cuerpo a cuerpo contra los islamistas», explicó un portavoz de la seguridad local. «El Ejército maliense también se halla en el lugar». Diversos testimonios indican que los fundamentalistas se han distribuido en pequeños grupos y que tratan de mezclarse con los habitantes del lugar e, incluso, utilizarlos como escudos en la lucha.
La confirmación de la participación sobre el terreno del contingente galo viene a suponer un paso cualitativo muy importante en la implicación del Elíseo y, asimismo, pone de manifiesto la gravedad de la situación bélica en el país africano, determinada hasta la fecha por la incapacidad de la estrategia elaborada por París para cambiar el curso de la guerra. A pesar de los constantes bombardeos sobre las posiciones rebeldes en Diabaly, las tropas locales no han podido hacerse con su control ni tampoco expulsarlos de Konna, en el este, y cuya captura por los radicales de Ansar al-Din motivó la precipitada intervención de Francia.
Ninguna de las intervenciones militares galas desde el fin de la guerra de liberación argelina ha tenido la trascendencia de la que se vaticina en Malí. Hasta la fecha, el Ejército de París había tomado parte en labores humanitarias, de rescate de compatriotas y de supervisión de compromisos de paz. Además de sus incursiones aéreas sobre Libia, su mayor compromiso tuvo lugar en Chad en 2008, cuando los rebeldes estuvieron a punto de acabar con el régimen de Idriss Deby, y en Costa de Marfil en el 2011 contra el presidente marfileño Laurent Gbagbo.