Se busca un nuevo 'Millenium' en el Pirineo
Los productores de la saga compran 'El guardián invisible', una de las sorpresas literarias del año
ELIZONDO (NAVARRA).Actualizado:Apenas lleva un día en las librerías y ya se puede decir que ha triunfado. 'El guardián invisible' (Destino), la novela de Dolores Redondo, es una de las grandes apuestas de la temporada editorial. La historia de un asesino en serie en el valle navarro de Baztán ha obligado a los productores de la trilogía de Stieg Larsson a mover ficha y adquirir los derechos cinematográficos de este relato. Peter Nadermann ya se afana en buscar director para intentar repetir con los crímenes del Baztán el éxito que cosechó como productor con la saga de 'Millennium'.
La novela lo tiene todo para enganchar al lector de las primeras páginas: unos asesinatos misteriosos, un lugar mágico poblado de leyendas y las vicisitudes familiares de la investigadora Amaia Salazar, inspectora de la Policía Foral a la que adjudican el caso. Devota de la novela negra americana, Redondo no quería sin embargo copiar los estereotipos de la literatura anglosajona y ha huido del investigador hosco, antisocial y alcohólico. En su lugar coloca a una mujer amante de la maternidad, acuciada por terrores nocturnos y que soporta el peso de un secreto inconfesable.
Huir de lo escabroso
Aunque ya había escrito una novela y hecho algunas incursiones en la literatura infantil y juvenil, se puede decir que Dolores Redondo debuta a lo grande con 'El guardián invisible'. El libro se publicará en Reino Unido, Francia, Italia y Alemania, entre otros países, gracias a la buena acogida que tuvo en la Feria de Fráncfort de 2011. «Tengo que reconocer que he sido una escritora muy tímida. Escribiendo literatura infantil y cuentos me exponía mucho menos», dice la autora, que vive estos momentos con una mezcla de miedo e ilusión. «Estoy aterrorizada pero a la vez me lo estoy pasando muy bien. Voy a ir a Sant Jordi, a la Feria de Novela Negra de Lyon, a la Feria del libro de Madrid.».
Y es solo el principio. Porque 'El guardián invisible' es el primer volumen de la ya bautizada como trilogía de Baztán. «La segunda novela ya está casi terminada», asegura esta donostiarra, que primero concibió la trama y luego buscó el escenario. Y lo encontró en Elizondo, que le ha prestado su arquitectura, sus dólmenes, los bosques brumosos y la mitología, en especial el personaje del 'basajaun', al que todos atribuyen la autoría de los crímenes que tienen como víctimas a chicas adolescentes.
Redondo tenía claro que no quería urdir un argumento a base de cadáveres desmembrados y horripilantes abusos sexuales. De hecho, el engarce que da continuidad a la trilogía no son los crímenes, sino los avatares familiares que se despliegan en el seno de una sociedad matriarcal. Su abuela, una gallega pero buena conocedora de las leyendas vascas, le transmitió el gusto por los especímenes fantásticos del imaginario popular. «Esos seres legendarios tienen su contrapeso en las peripecias de la investigación criminal», apunta la autora.
La novelista ha alimentado su imaginación tanto con la literatura de género como con las series de televisión de detectives, a las que es muy aficionada. La autora confiesa que bucear en la mente de un criminal es un ejercicio apasionante. Redondo nunca fue consciente del potencial cinematográfico de su novela, aunque sí se había percatado de que estaba alumbrando una historia muy visual. «El recorrido cinematográfico es lo que menos me preocupa. Una vez que termino de escribir la novela, no soy dueña de la adaptación para la gran pantalla. El guionista, el director y el actor son también artistas, de manera que la historia deja de ser mía».
El criminal de 'El guardián invisible' no es un asesino al uso. Impregna el oficio de aniquilador de un ritual de pureza, de vuelta a las raíces que entronca con la tradición de los pueblos de la ribera del Baztán. «La mente asesina nunca deja de sorprendernos. Cuando creemos haber visto lo más aberrante que podíamos contemplar, viene otro caso que lo supera, lo cual, por parte, nunca deja de fascinarnos».
La trilogía nació de un proyecto que no tiene que ver con apurar al máximo la rentabilidad económica de un libro que tiene todas las trazas de convertirse en un best seller. «Los editores enseguida vieron que la historia tenía la continuidad que yo había concebido desde el principio». Redondo reconoce estar superada por los acontecimientos. Le han ocurrido cosas sorprendentes, como recibir dos ofertas para publicar su libro de editoriales de Noruega, cuando «en ese país tienen que retirar a paladas los manuscritos de novela negra que le llegan».