Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
fútbol | primera división

El Madrid roza el esperpento ante el colista

Solo la falta de pegada de Osasuna evitó la derrota de un equipo de ‘Mou’ sin fútbol e incapaz de poder marcar sin Cristiano

IGNACIO TYLKO
Actualizado:

Pocas veces tendrá un colista tan sencillo poder ganarle al Real Madrid como anoche. Ciertamente, Osasuna no pasó de un empate a nada por su alarmante falta de gol. Vio que podía ganar en la segunda mitad, lo intentó, pero careció de pegada ante un rival bochornoso. No le vale a Mourinho la excusa de que por tercera vez consecutiva su equipo acabó con diez -Kaká sufrió su primera expulsión de blanco un cuarto de hora después de ingresar en el campo-, ni tan siquiera esgrimir la ausencia de Cristiano Ronaldo. El portugués es un futbolista único pero al club con mayor presupuesto del mundo cabe exigirle mucho más. Ni una sola parada de mérito tuvo que hacer Andrés Fernández en todo el partido.

Es cierto que la Liga está perdida desde hace tiempo, que estar a 16 puntos es similar que poder ver al Barça a 18, pero el Madrid no puede permitirse la licencia de no gobernar los partidos por despreciar el balón. Puede buscar desviar la atención con las bajas, el árbitro o el lío con Iker Casillas, pero es una evidencia que el problema del campeón es de fútbol. A base de pelotazos es complicado ganar. Y el problema es que en unas semanas aguarda el Manchester United y eso es harina de otro costal. Solo el horizonte de la ‘décima’ sostiene a Mourinho.

Igual los técnicos se quedaron felices con el primer tiempo, por aquello de la concentración, los espacios cerrados, las líneas juntas y las pocas ocasiones concedidas, pero para el espectador fue un tostón. Apenas ocurrieron acciones reseñables, salvo algunos cambios de juego ‘made in’ Xabi Alonso, una salida de la cueva de Marc Bertrán en plan Beckenbauer y un par de disparos de Cejudo, uno con la derecha a bote pronto y otro con la zurda a la media vuelta.

Fue mejor el Madrid, lógico porque sus futbolistas son infinitamente superiores en el aspecto técnico pese a las importantes ausencias, pero Osasuna tuvo la virtud de llevar el duelo al lugar deseado. No es este equipo ‘rojillo’ el tradicional equipo pamplonés que te encerraba en el área con un fútbol directo más propio del fútbol británico que del español. Con Mendilibar trata de jugar algo mejor y de tocar algo más, si bien aún hace de cada saque de banda un córner. Pero le faltan jugadores y ‘punch’, esa presión que ahogaba a los antiguos visitantes de El Sadar. Por algo es el colista de la Liga, lo que ya es mucho decir.

Solo músculo

Mourinho antepuso el músculo a la filigrana en el once inicial. Por eso apostó por Di María e Higuaín en lugar de Özil y Benzema. En el centro de la zaga se decidió por Varane y Albiol. Mención especial para el francés, un central notable por su tranquilidad, su velocidad, su colocación y su edad. A sus 19 años y en el Real Madrid, juega con un aplomo extraordinario. Todo lo contrario que Coentrao, elegido para el flanco izquierdo porque Marcelo salía de una larga lesión. Al portugués se le vio nervioso, precipitado, con una querencia peligrosa al braceo.

A excepción de ese par de avisos de Cejudo, víctima de uno de esos extraños movimientos de Coentrao, los blancos estuvieron más cerca del gol antes del descanso. Sus principales opciones llegaron por salidas arriesgadas de Andrés Fernández, que dejó su puerta desguarnecida por irse a buscar a Higuaín hasta la línea de banda y a Callejón, hasta la de fondo. Pero ni el ‘Pipa’ ni Coentrao, que recibió un gran pase del granadino, acertaron en la diana. También la tuvo el ex del Espanyol en un cabezazo bombeado que rozó el larguero.

Osasuna se lo creyó más en la reanudación. Entendieron sus jugadores en el descanso que este Madrid no era tan fiero y salieron más arriba. Sus jugadores buscaron el disparo, acabar las jugadas. De todos modos, la primera consigna era evitar el contragolpe de su adversario. Kike Sola obligó a Iker a desviara córner de forma heterodoxa y Armenteros también le inquietó en un par de tiros. Un cabezazo de Oier encendió a la grada. Sin novedades en el área local. ‘Mou’, agazapado en su banquillo, buscó más fútbol con Benzema, Benzema, Kaká y Özil, sustituto de un Modric de nuevo sin mordiente. Pero el brasileño, que no destaca precisamente por la violencia, fue expulsado en un pispás. Un brazo soltado a destiempo y ponerse delante del balón en el saque de una falta fueron, aparentemente, sus delitos. En inferioridad, a Callejón le anularon un gol por un fuera de juego muy justito. Hubiera sido una victoria injusta.