Un gobierno local chino exige a sus funcionarias tests de embarazo cada tres meses
Actualizado:Tener 'la parejita' es el sueño de casi todos los ciudadanos chinos. También el de quienes no pueden acogerse a ninguna de las excepciones de la estricta política de natalidad, que limita a uno el número de hijos en la mayoría de los casos. Pero en China todo es posible si la cartera es abultada y cada vez son más los que se saltan la norma y desafían al sistema.
El castigo al que se enfrentan es una multa que se determina en función de los ingresos de la familia, pero puede conllevar también la pérdida del trabajo si alguno de los padres está empleado en una empresa pública y la privación de beneficios sociales. Claro que, en un sistema tan corrupto como el chino, los funcionarios siempre tienen ventaja.
Por eso, la subdivisión de Shangluo, en la provincia nororiental de Shaanxi, puso en marcha una medida con el fin de que la propia gente del Gobierno no se salte la ley del hijo único: sus funcionarias tienen que someterse a pruebas de embarazo trimestrales. Según el diario oficialista Global Times, que dio a conocer ayer la nueva norma, eso permitirá realizar abortos «a tiempo».
Por su parte, las mujeres que ya tengan hijos serán obligadas a utilizar como método anticonceptivo un dispositivo intrauterino (DIU). Las que se opongan a cualquiera de estas obligaciones, serán castigadas de alguna forma que no se ha determinado.Lógicamente, la publicación de esta normativa ha resucitado el gran fantasma del aborto forzoso, que parecía relegado a lugares recónditos. Aunque fue una práctica habitual hasta finales de la década de 1990.