La guardia real en el palacio de Buckingham; en el recuadro, la oferta de trabajo. :: CARL DE SOUZA / AFP
Sociedad

Buckingham precisa friegaplatos

La reina Isabel ofrece un sueldo anual de 17.400 euros y exige disponibilidad para viajar por las residenciales regias

MADRID. Actualizado: Guardar
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En el palacio de Buckingham no deben de conocer los adelantos en materia de electrodomésticos. Al menos el invento del lavavajillas seguramente no está en las prioridades de su graciosa majestad. La Casa Real Británica acaba de publicar en su web un anuncio en el que demanda un friegaplatos. La retribución no es para tirar cohetes: unas 14.200 libras anuales (17.400 euros), un sueldo cuya parquedad se compensa con el carácter indefinido del puesto de trabajo y el honor de ver de cerca las migajas de la aristocracia más distinguida.

La reina Isabel II, que acaba de regalar una mansión en el campo al príncipe Guillermo y su esposa Catalina, sabe de las dificultades que entraña tener unos buenos criados. Recientemente ya solicitó un ayuda de cámara y ahora decide recurrir a Internet para encontrar un friegaplatos.

Las condiciones laborales son las habituales en estos casos: 40 horas semanales y cierta flexibilidad a la hora de desplazarse. Uno de los requisitos que exige Buckingham es disponibilidad para viajar por las distintas residencias de la Casa Real, como mínimo durante tres meses al año. En el anuncio no se especifica si el desempeño del trabajo se circunscribe a los confines de Gran Bretaña o se extiende a cualquier colonia del imperio.

El aspirante al puesto tiene que demostrar por añadidura sus destrezas en el manejo del 'catering'. Si es capaz de superar las reticencias de los jefes de recursos humanos de palacio, el trabajador pasará a prestar sus servicios en el departamento de «maestro de la oficina de la casa».

El candidato a mantener impoluta la vajilla de los Windsor «se unirá al equipo responsable de mantener la limpieza del restaurante y áreas de lavado» de acuerdo con «la salud y normas de higiene para garantizar el buen funcionamiento del restaurante personal». Aparte de las habilidades propias de cargo, Isabel II quiere una persona puntual y fiable, con capacidad de trabajo en equipo y buena disposición.

Por los demás, la Casa Real valorará tener experiencia en el engorroso oficio de friegaplatos, que, para Buckingham, no es de esas tareas que pueda realizar cualquiera, a la vista de lo puntillosos que se muestran los Windsor en los méritos que se deben acreditar en el currículum. Al rosario de formalidades se une la de estar dispuesto a trabajar los fines de semana, pues es bien conocido que Isabel II y familia tienen la saludable costumbre de comer todos los días.

Mantener la monarquía a punto es una tarea que exige virtudes diversas. En el mismo anuncio, los habitantes de palacio plantean otros puestos que es preciso cubrir, como jefe de guardias, vendedor de entradas para los museos reales o agrimensor. En el eterno debate entre monarquía o república, la primera se revela como un yacimiento de empleo.