Griñán quita a Rubalcaba toda la presión sobre las primarias

Alfredo Pérez Rubalcaba tiene un problema menos del que preocuparse de cara al Comite Federal que el PSOE celebrará el próximo sábado. El presidente del partido y jefe del Ejecutivo andaluz, José Antonio Griñán, no tiene ninguna intención de trasladarle ante la cúpula del partido la opinión que hizo pública hace días, cuando consideró urgente que, con independencia de que las primarias internas se celebren en 2014 o 2015, el secretario general socialista debería aclarar ya si va a ser uno de los militantes que luchará por ser el próximo cartel del PSOE en las elecciones generales.

El portavoz de los socialistas andaluces, Mario Jiménez, señaló ayer que es Rubalcaba quien debe desvelarlo cuando lo «estime oportuno» y «sin ninguna presión». Es la segunda medida que Griñán toma en unos días para quitar a Rubalcaba toda la presión interna posible y evitar que los sectores críticos socialistas mantengan su liderazgo y su figura en un cuestionamiento permanente.

Griñán, que en la actualidad es el barón con más peso en el partido, dio el primer paso el fin de semana pasado, cuando de hecho llamó a dejar de cuestionar al secretario general, ya que recordó que fue elegido para este cometido aún hace menos de un año, en el congreso de Sevilla, y para toda la legislatura. El presidente andaluz comentó el sábado pasado que Rubalcaba no solo es el líder sino que va a ejercer sus funciones hasta el final de su mandato, le pese a quien le pese. El también presidente socialista dijo que las primarias no serán hasta el año próximo como muy pronto y que, por lo tanto, debe cesar el baile de nombres y las especulaciones y poner a todo el partido a trabajar en el programa y la alternativa de gobierno que deben aprobar este otoño.