Miguel Ángel Villanueva comparece ayer en rueda de prensa para dar a conocer su destitución. :: I. B. PERMUY
ESPAÑA

Botella destituye a Villanueva por su responsabilidad política en el Madrid Arena

El vicealcalde, que estaba en la picota por la amistad con el promotor de la 'macrofiesta', admite que se va para «serenar los ánimos»

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La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, forzó ayer la salida del vicealcalde Miguel Ángel Villanueva por su responsabilidad política en la tragedia de la 'macrofiesta' del Madrid Arena, en la que fallecieron cinco jóvenes el pasado 1 de noviembre. Botella tomó la decisión de desprenderse de su número dos la semana pasada y aprovechó la ocasión para remodelar el equipo de gobierno por segunda vez, para dar un impulso a su lastrada imagen.

Hace dos meses, cuando Botella destituyó al concejal de Economía Pedro Calvo tras ser investigado por la Fiscalía, la regidora aseguró que no pensaba cesar a nadie y que confiaba «plenamente» en su equipo. Sin embargo, entremedias, hubo una comisión de investigación, siete nuevas imputaciones que afectaban de lleno a 'Madrid, Espacios y Congresos', la empresa municipal que contrató de forma «preferente» con Miguel Ángel Flores, promotor del evento, y nuevas revelaciones sobre fallos de seguridad y de planificación que no sacaban a la alcaldía del foco mediático.

Este «oscuro» horizonte en un año clave y puede que histórico para Ana Botella, ya que en septiembre se conocerá si Madrid será la organizadora de los Juegos Olímpicos en 2020, obligaba a una revolución para proyectar de nuevo la figura de la alcaldesa. Sus asesores más cercanos volvieron de vacaciones con la idea clara de que cualquier cargo que hubiese salido mal parado del Madrid Arena tenía que ser depurado, según fuentes municipales.

Ello, pese a que por el camino se quedase nada menos que Miguel Ángel Villanueva, el hombre designado por Alberto Ruiz Gallardón para llevar en la sombra los hilos del consistorio. Villanueva estaba en la política madrileña desde 1995 y en 2004 aterrizó en el ayuntamiento de la mano del ahora ministro de Justicia. Pasó por el área de Economía y Empleo y hace un año dio el salto a la vicealcaldía tras la marcha de Gallardón al Gobierno.

El «fontanero»

Villanueva era, ni más ni menos, que el «fontanero» de Botella. Pese a no estar imputado por el juez que investiga la tragedia y haber pasado indemne por la comisión de investigación, donde se desenvolvió con un repertorio de argumentos, ha tenido que tirar la toalla para «serenar los ánimos» en el consistorio madrileño, según aseguró ayer en una rueda de prensa en la que se le vio abatido, pese a ser un hombre enérgico y vehemente.

La razón de su salida no es otra que las «amistades peligrosas», como le recordó la oposición en la comisión de investigación. Es decir, sus vínculos con Flores, principal encausado, aunque desde el primer momento defendió que se trataba de un «conocido». Después se supo que como concejal había casado a su hermano.

Sobre esto hizo caso omiso ayer, aunque dejó entrever que había tenido «presión» y que «nunca» había usado su cargo en beneficio de nadie. Aclaró que se iba con la conciencia tranquila y que nadie podía poner en duda su «honor, honestidad e integridad». A la pregunta de si se consideraba víctima de una cacería afirmó: «El tiempo pone a cada uno en su sitio».

Los cambios de Botella para dejar atrás de una vez la sombra del Madrid Arena alcanzaron también a su concejal de Seguridad, Fátima Núñez, a la que mandó al distrito de Carabanchel como edil. Pero el que estaba en todas las quinielas y al final salió ileso fue el concejal de Medio Ambiente, Antonio de Guindos, hermano del ministro de Economía, muy cuestionado y al que las acusaciones del proceso judicial pidieron su imputación.

La que sale fortalecida de la crisis es la concejal de Hacienda, Concepción Dancausa, expresidenta de la Asamblea de Madrid, que pasa a ser primera teniente de alcalde y asumirá competencias de Economía. Este nombramiento es curioso, ya que Botella da poder a una 'aguirrista' después de destituir al último 'gallardonista'.