El Mundial más abierto
Francia defiende un título al que aspiran Dinamarca, Croacia, España y un nutrido grupo de 'outsiders'
Actualizado: GuardarEl balonmano será el deporte protagonista del mes de enero. A partir del viernes, España acoge el Mundial de balonmano, sin lugar a dudas el mayor acontecimiento de este deporte que reunirá a las 24 mejores selecciones del planeta para dilucidar un título que se presenta más abierto que nunca. Las inevitables renovaciones de algunas selecciones punteras, la igualdad existente entre las favoritas y el resurgimiento de otros combinados que aspiran a la lucha por el podio hacen del mundial español uno de los más atractivos de los últimos años. Hay unas pocas selecciones que por tradición y palmarés son firmes candidatos a mantenerse en el podio, pero también hay una serie de 'outsiders' que están dispuestos a romper su papel de comparsas y dar el salto definitivo a las medallas en los grandes torneos internacionales.
En primer lugar la selección que ha dominado con autoridad el balonmano mundial aparece con algunas dudas. Francia, doble campeona mundial y olímpica de forma consecutiva, ha perdido a algunos de sus hombres más emblemáticos como los hermanos Gille y, además, ha sufrido el escándalo de las apuestas deportivas ilegales que ha estado a punto de llevar a su principal estrella Nikola Karabatic a la cárcel. Apartado unos meses de la selección, finalmente el técnico galo Claude Onesta ha convocado al jugador del Montpellier, imprescindible en los esquemas de la supercampeona, que cuenta en sus filas con el recientemente elegido mejor jugador del año 2012, el lateral Narcisse, fichado ya para el millonario Paris Handball en el que militan los españoles Sierra y Antonio García.
El tropiezo galo en el pasado Campeonato de Europa de Serbia hace justo un año, con un sorprendente ¡undécimo! puesto, fue rápidamente solventado en Londres con la renovación del título olímpico, pero no cabe duda de que un Mundial es mucho más complicado que el torneo de los aros.
Francia milita en el grupo A, con sede en Granollers, junto a los combinados de Alemania, Montenegro, Brasil, Argentina y Túnez. Si bien los rivales parecen asequibles para la potencia del equipo galo, no es menos cierto que los equipos de Onesta suelen comenzar el campeonato de forma irregular para ir aumentando sus prestaciones a medida que avanza el torneo y por tanto pueden encajar alguna sorpresa que les dificulte el cruce en la segunda fase.
Los aspirantes
Y es que hay otras selecciones especialmente deseosas de acabar con la hegemonía gala. Dinamarca es, por los resultados de sus últimos torneos, la principal candidata a romper el domino francés. De la mano del omnipresente Mikkel Hansen, los daneses fueron plata en el pasado mundial de Suecia 2011 y se alzaron con el título hace un año en el Europeo de Serbia. Y en ambas ocasiones dejando en la cuneta precisamente a España en semifinales. Muy pocas variaciones ha presentado el conjunto que dirige Ulrik Wilbek, que incluso para esta cita ha decidido prescindir del tercer mejor goleador de la Bundesliga, el lateral Morten Olsen, del Hannover, si bien cuenta en sus filas con los otros dos daneses que encabezan la lista de máximos goleadores en la poderosa liga teutona, los extremos Anders Eggert (Flensburg) y Hasn Lindberg (Hamburgo). Los vikingos forman un bloque muy compacto, con un portero realmente excepcional como es Niklas Landin, una defensa muy dura, dos extremos portentosos y la genialidad de Mikkel Hansen, armas suficientes para ganar a cualquier rival que se precie.
Tras los daneses, y por aquello del escalafón, el combinado croata es uno de los principales candidatos a la corona mundial. Perdió las semifinales del Mundial de Suecia ante los galos, pero luego siempre se ha mantenido en el podio, tanto en el Europeo de Serbia como en los Juegos de Londres. Para este cita en España, los competitivos croatas pierden a uno de sus emblemas de los últimos años. Ivano Balic, ahora en las filas del Atlético de Madrid, no ha sido convocado por su excompañero y seleccionador Slavko Goluza, que ha considerado al rojiblanco falto de forma para un torneo tan exigente. Ahora deberán ser Duynjak (Hamburgo) o bien Vukovic (Tus N.Lubbecke) los encargados de dirigir a un equipo muy competitivo, que conoce perfectamente el balonmano y todas sus posibilidades y que sabe explotar con habilidad los errores del rival. Con el pivote Vori y el lateral Lackovic (Hamburgo) como principales armas ofensivas junto al rapidísimo extremo Cupic (Vive Kielce) y los gigantes Kopjlar (París Handball) y Gojun (At. Madrid), los croatas aspiran de una vez por todas a dar el do de pecho y alzarse con su segundo título mundial tras el conquistado en Portugal en 2003.
España es, por su calidad, por su palmarés y por su cualidad de anfitrión, una de las grandes favoritas del Mundial 2013. No cabe ninguna duda de que la organización del evento confiere siempre unas pequeñas dosis de favoritismo en la cancha con la presión del público. Ejemplo bien claro el de Alemania, que ganó el Mundial que organizó en 2006 dejando en la estacada con un arbitraje bochornoso a España; Serbia fue finalista en el pasado Europeo en su país; Croacia fue finalista en el que organizó en el 2009... De cualquier forma, el conjunto que dirige Valero Rivera tiene calidad sobrada y contrastada para subir al podio e intentar sumar su segundo entorchado tras el conquistado en Túnez en 2005 de la mano de Juan Carlos Pastor. Y eso que la convocatoria de Valero Rivera ha sido cuestionada principalmente por la ausencia de Juanín García y más aún tras la lesión de Ugalde y su sustitución por el junior Ariño.
Los tapados
Y tras estos pesos pesados, un numeroso grupo de selecciones que pueden dar la campanada. Hungría es uno de los equipos que más ha aumentado su potencial y con Lazslo Nagy se ha convertido en una selección muy a tener en cuenta.
Rusia, con los de siempre, aparece en las quinielas pese a su reconocida irregularidad. En cualquier momento pueden convertirse en revelación si consiguen superar su tradicional apatía competitiva en cuanto las cosas les van mal.
Suecia logró la plata en Londres 2012 y lleva varios años intentando volver a convertirse en una potencia del balonmano.
Polonia dispone de un equipo de muchísima calidad capaz de lo mejor y lo peor, pese a no contar con la dirección de Wenta.
Alemania, Serbia, Macedonia o la veterana Islandia podrían dar alguna que otra sorpresa aunque lejos de las medallas.
El resto de las selecciones ponen en evidencia que el balonmano es un deporte mundial a la vez que constatan que el auténtico potencial está claramente en Europa y los puestos de honor se quedarán en el viejo continente.