«No me llegaba el brazo, era como si la carroza se lo hubiera tragado»

«No me llegaba el brazo, era como si la carroza se lo hubiera tragado. No lo veía». Es uno de los testimonios que la Policía Local pudo recoger en el lugar de los hechos al voluntario que presenció de un modo más directo el suceso que el pasado sábado costó la vida a un niño de seis años en la cabalgata de Reyes de Málaga, ya que desfilaba justo en la esquina delantera izquierda de la carroza que atropelló al menor, el lugar por el que tres niños -entre ellos el fallecido- se lanzaron a por los caramelos que se encontraban bajo la plataforma.

El concejal de Seguridad malagueño, Julio Andrade, explicó ayer que el voluntario se percató de inmediato del peligro que corrían y logró sacar a dos que «estaban en la parte más trasera, pero Miguel se había introducido el primero y su cuerpo estaba más incorporado debajo. No tenía más de medio cuerpo fuera como los otros dos, sino que, cuando pudo tirar de él, lo cogió por los pies, porque su cuerpo estaba dentro. Metió la mano izquierda debajo de la plataforma y trató de tirar de ellos». Andrade señaló que, además de este voluntario, junto al lateral izquierdo de la carroza desfilaban otros tres, familiares de algunos de los niños que iban subidos en la carroza, y un miembro de Protección Civil.

En total rodeando la carreta y sobre ella se encontraban 12 adultos, dos efectivos de Protección Civil y un policía local, lo que coincide con la cifra de 15 aportada inicialmente por el Ayuntamiento. El edil también apuntó que encima de la carroza también iban cinco adultos vestidos de pajes que iban pendientes de los niños que iban subidos en la plataforma. Además, se da la circunstancia de que dos de los voluntarios eran mandos de la Policía Local porque sus hijos iban en la carroza.

A paso de peatón

Según la documentación remitida al juzgado que investiga el suceso, la comitiva de la cabalgata circulaba a paso de peatón y el conductor de la carroza dio negativo en la prueba de alcoholemia y de otras sustancias, además de poseer varios carnés de conducir por lo que nada indica que el suceso se pudiera deber a un error suyo. Además, iba acompañado de un copiloto encargado de ayudarle en la vigilancia del recorrido.

Cuestionado sobre qué pudo fallar en todo este dispositivo, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre manifestó que determinar eso «compete al juez». «Nosotros colaboraremos al máximo y seremos respetuosos con la actuación de la Justicia», añadió, al tiempo que se comprometió a procurar mejorar la seguridad de estos acontecimientos.

Fuentes judiciales consultadas por Efe subrayaron que previsiblemente dentro de unos días el instructor ofrezca a los progenitores la posibilidad de emprender acciones legales aunque entienden que penalmente no hay caso y que se trasladará a lo civil.