Las inversiones desafortunadas de San Fernando
SAN FERNANDO.Actualizado:Con la llegada de un nuevo año ocurre el fenómeno de iniciar nuevos propósitos, pero también de echar la vista atrás para hacer balance de los errores cometidos. En el caso de San Fernando hay que poner el ojo en el tema económico. La relación de los términos, problema económico y San Fernando, dirige a pensar directamente en el desfalco de 7,8 millones de euros. Pero, aunque es una cantidad de dinero que se debe sumar a las inversiones perdidas, existen otras series de actuaciones que se han llevado grandes cifras en euros y cuyo beneficio ha repercutido poco o nada en la ciudad.
Esta lista se puede continuar por el parque de la Historia y el Mar que ya supera los nueve millones de inversión, diez años de intento por sacarlo adelante y ninguna rentabilidad para la ciudad, más que nada porque sus puertas siguen cerradas y ni siquiera se sabe cuándo se van a abrir. Ahora se ha aprobado una ordenanza para crear las bases de un contrato que se sacará a licitación pública, proceso al que tienen que concurrir varias empresas para posteriormente decidir la adjudicación y ver si al final este edificio, lleno de acuarios, cumple las expectativas, algo de lo que se duda por gran parte de los grupos políticos de la oposición.
El caso de la sala multiusos de la barrida Andalucía es otro que se debe añadir a esta enumeración de inversiones fallidas. El coste total de la actuación era 698.880 euros pero al acometer las obras, aumentó por un fallo técnico. Ese espacio está catalogado como zona verde y no puede acoger edificios totalmente cerrados. Por ello se pretende hacer una cubierta retráctil que precisa de nueva inversión de 339.884,47 (IVA incluido), con la posibilidad de poder ser mejorado a la baja. La cubierta supondrá casi 165.000 euros de esa cantidad, por los 50.000 euros del tema eléctrico (y motor) y los 72.500 euros del cerramiento.
El monumento a Alburquerque es otro de los ejemplos. Un proyecto que supuso una inversión de 94.895 euros y que pretendía convertirse en un panel de información sobre eventos de la ciudad con varios fondos de colores y luces para hacerlo llamativo. Pero la pirámide solo proyecta luz blanca como una farola más, eso sí mucho más cara que las del resto de la localidad.
Otros casos
Con motivo del Bicentenario también se realizaron inversiones que no salieron bien, como es el caso de la construcción del Centro de Interpretación del Parlamentarismo, junto al Real Teatro de Las Cortes. El edificio necesitó nada más y nada menos que de 550.000 euros para su puesta en valor, pero, eso sí, iba a convertirse en el lugar de referencia para que el visitante tuviera información sobre todo lo relacionado con el Bicentenario. Tres años después del 2010 se ha tenido que modificar por la falta de visitantes e incluso se ha cedido una parte a una Fundación que pretende poner en valor lo ocurrido en San Fernando, hace ya más de dos siglos. El resto son paneles y pantallas que no sirven para su propósito.
Y en Camposoto se encuentra un Punto Limpio, el que sería el segundo de la ciudad, que todavía no se ha podido poner en funcionamiento e incluso se desconoce cuándo se podrá poner. La construcción supuso un desembolso económico de 350.000 euros, pero a pesar de que ya suma años levantado ha sido imposible el lograr que tenga actividad y eso que la zona lo reclama, ya que el actual Punto Limpio está muy alejado de allí.
El auditorio del Parque Almirante Laulhé se iba a convertir en el epicentro de la gran mayoría de eventos musicales de la ciudad. Un lugar adaptado para el disfrute en una zona privilegiada, pero resulta que allí hay ahora menos conciertos y actuaciones que cuando se tenía que poner y quitar el escenario. Su coste fue de más de 530.000 euros.
En este repaso se pueden incluir muchas más actuaciones que no llegaron a completarse, como es el caso de la rotonda de Busquets conocida popularmente como la 'mohosa', o que simplemente cayeron en el olvido o se hicieron mal, caso de los polígonos industriales de Puente Hierro o Fadricas II. Incluso se puede dudar de la puesta en marcha de nuevos proyectos, como el tranvía, aunque el tiempo será el que demuestre si valió la pena o no tales inversiones.