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Malala, a su salida ayer del hospital Queen Elizabeth. :: EFE
MUNDO

La niña paquistaní tiroteada por los talibanes recibe en Londres el alta hospitalaria

AGENCIAS
LONDRES.Actualizado:

Malala Yousafzai, la niña paquistaní de 15 años que resultó gravemente herida el pasado octubre tras ser atacada en su país por los talibanes fue dada de alta ayer del hospital de Inglaterra donde estaba ingresada. La joven, tiroteada por insurgentes cuando salía de la escuela por defender la educación femenina, vivirá con su familia en la zona de West Midlands, centro de Inglaterra.

La menor continuará en Londres con un programa de rehabilitación para superar las secuelas causadas por los impactos de bala que recibió. De hecho, deberá ser intervenida de nuevo próximamente. Los médicos del hospital de Birmingham informaron ayer de que la adolescente será sometida a una cirugía reconstructiva «a finales de mes o a principios de febrero».

Fundamentalistas paquistaníes agredieron el pasado 9 de octubre a Malala cuando, tras terminar las clases, se dirigía en un autobús hacia su casa. Debido a las importantes lesiones que sufrió, la joven activista tuvo que ser traslada en un avión ambulancia desde Islamabad (Pakistán) al hospital Queen Elisabeth de Birmingham (centro de Inglaterra), donde ha sido atendida desde entonces de los dos disparos que recibió, uno en la cabeza y otro en el cuello.

La familia de la niña -que se ha convertido en un símbolo en su país- contempla la posibilidad de permanecer de forma permanente en Reino Unido, donde su padre ha recibido el puesto de agregado de educación del consulado de Pakistán en Birmingham. Desde que se produjo el ataque tanto él como su hija han recibido nuevas amenazas de los insurgentes.

La salida de Malala del hospital coincidió ayer con la noticia de que una menor paquistaní de 9 años se encuentra en estado grave después de ser secuestrada y violada por tres hombres en la provincia de Punjab. La pequeña fue raptada frente a su casa en la localidad de Manzoorabad y llevada a un campamento, donde fue objeto de abusos sexuales. La madre encontró a su hija frente a su vivienda, ensangrentada y semiinconsciente, y cuando se dirigía a la comisaría para denunciar lo sucedido, uno de los violadores la detuvo y amenazó con matarla si decía algo.