El obispo de Córdoba cree que la elección de sexo va contra Dios

El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, está persuadido de que la «ideología de género destroza la familia» y enemista al ser humano con Dios. La razón de semejante animosidad contra esta corriente de pensamiento hay que buscarla en que pretende dar por sentado que el sexo es una cuestión que se elige, lo cual intenta colocar a la persona por encima de Dios. En la carta semana que dirige el prelado a sus feligreses, Fernández arremete contra la sentencia de la feminista Simone de Beauvoir, quien dejó dicho aquello de «mujer no se nace, sino que se hace». Si se admitiera tal premisa se consagraría la idea de que «el sexo es aquello que uno decide ser». Así las cosas, «ya no valdrían las ecografías que detectan el sexo de la persona antes de nacer», dice preocupado el representante de la jerarquía eclesiástica.

Para el obispo, es ocioso que el hombre se empecine en ir contra los designios divinos y quiera convertir la pertenencia a un sexo en una cuestión sujeta al libre albedrío. «Al servicio de esta ideología existen una serie de programas formativos, médicos o escolares que tratan de hacer tragar esta ideología a todo el mundo, haciendo un daño tremendo en la conciencia de los niños, adolescentes y jóvenes». Al hilo de este argumento, el obispo carga contra una forma de feminismo radical que va arraigando en la escuela y que induce a los alumnos a odiar a la «Iglesia católica» por su oposición a esta ideología. Para Fernández, este tipo de feminismo «rompe con Dios y con la propia naturaleza».

Al respecto, alega que este tipo de doctrina contraviene la propia naturaleza en la que Dios ha inscrito sus huellas. «Relacionar con la naturaleza y, por tanto, con Dios, mi identidad sexual es una esclavitud de la que la persona tiene que liberarse, según esta ideología», algo que al dirigente católico le parece aberrante.

Para el dignatario eclesiástico, la verdad está encerrada en el concepto tradicional de familia, «porque hay un varón y una mujer, iguales en dignidad, distintos y complementarios».

Fernández sostiene que la ideología de género genera un elemento destructor de la familia, aunque subraya que «la fuerza de la naturaleza y de la gracia es más potente que la fuerza del mal y de la muerte». A la vista de todo ello, aduce que «la familia necesita la redención de Cristo, porque Herodes sigue vivo, y no solo mata inocentes en el seno materno, sino que intenta mentalizar a nuestros niños, adolescentes y jóvenes con esta ideología, queriendo hacerles ver que hay otros tipos de familia».

El obispo cordobés cree que ha llegado la ocasión de orar por las familias «que atraviesan dificultades». A su entender, son muchas las acechanzas que se ciernes sobre la institución, cuyas privaciones no son solo de orden material. El prelado abunda en la idea de que la familia necesita protección, por cuanto sus miembros padecen «sufrimiento de todo tipo». «Solo en la familia, tal como Dios la ha instituido, encuentra el hombre su pleno desarrollo personal y, por tanto, la felicidad de su corazón», arguye el obispo de Córdoba. Para Fernández, «en la familia está el futuro de la humanidad, en la familia que responde al plan de Dios».

La Confederación Española de Asociaciones de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (Colegas) censuró al obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, dado que niega «la existencia de la transexualidad» y compara a «los defensores de la diversidad familiar con Herodes». El presidente de Colegas en Andalucía, Rafael Moral, expresó su «amplio rechazo» por el «nuevo ataque» que sufren las políticas de igualdad, y argumentó que el obispo aspira a restaurar la franquista ley de vagos y maleantes en el terreno de la moral.