PAN Y CIRCO

UN AÑO CON SABOR AGRIDULCE

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Con algún día de retraso, pero más vale tarde que nunca, me pongo a hacer un balance mental de lo que ha significado el 2012 que ya se fue para el deporte gaditano en general y llego a la conclusión de que estos doce meses dejan cierto sabor agridulce.

No cabe duda de que la bandera de los sinsabores la agarra y ondea con fuerza el Cádiz Club de Fútbol. Tras un ascenso frustrado por una fatídica tanda de penaltis ante el Lugo, la segunda mitad del año no trajo más que problemas y más problemas, hasta el punto de que se llegó al fin de sus días en puestos de descenso a Tercera.

Si bien es el fútbol el deporte en el que se me vienen a la mente las mayores alegrías. La gesta de la Balompédica Linense de luchar por el ascenso a Segunda y el esperado salto de categoría de San Fernando y Atlético Sanluqueño son episodios que quedarán siempre para la historia.

De los nuestros en el extranjero, Chico Flores sigue haciendo carrera en la Premier, el año en el que Suso alcanzó su consagración.

Pasando la página del deporte rey, en otras disciplinas solamente recuerdo sinsabores. Uno de los deportistas más destacados de nuestra tierra como es Jesús Aicardo se quedó a un paso de ganar un Mundial de fútbol sala. En los Juegos Olímpicos de Londres los nuestros pasaron desapercibidos, pues los problemas físicos dejaron en la cuneta a Adrián Gavira y su pareja en voley playa Pablo Herrera, el papel de Rafael Trujillo fue discreto, lo mismo que el de Conchi Badillo, que al menos alcanzó su meta de participar en tamaña cita, y no me puedo olvidar de la inoportuna lesión en el talón de Aquiles que dejó fuera a Mercedes Chilla.

Tampoco llegaron los resultados esperados para Alberto Moncayo o Álvaro Quirós. Al menos, queda por delante un 2013 repleto de expectativas.